El desorden urbano que caracteriza al sector capitalino de Villa Juana lo convierte en una zona vulnerable ante la ocurrencia de un sismo debido a que muchas de sus construcciones son precarias y con escasos espacios públicos, así como la carencia de rutas y zonas de evacuación para acoger a la población en caso de una catástrofe natural.

Así consta en el estudio “Amenaza Sísmica y la Vulnerabilidad Física del Gran Santo Domingo” que indica que este sector es representativo de las condiciones críticas de amplias áreas urbanas del Distrito Nacional.

El estudio estima que en prácticamente todos los barrios habría como mínimo un 20% de las edificaciones vulnerables.

Indica que Villa Juana se caracteriza por el elevado malestar social, niveles de densidad poblacional medio alta, sobre todo por la presencia de callejones, pasajes estrechos de ancho inferior a un metro, que desde una calle principal dan acceso a una serie de viviendas de uno o dos pisos, en precaria condiciones estáticos e higiénico-sanitarias.

“La zona desde el punto de vista morfológico, se caracteriza por una estructura urbana a tablero de ajedrez, sin áreas, libres públicas”, dice el estudio.

Apunta la proliferación de construcciones a lo largo de los lados y áreas libres, registrándose un proceso de ocupación progresiva de las áreas libres con patio interno.

Destaca que además de la función residencial, en Villa Juana existe una actividad comercial en el primer piso de los edificios.

Además en el área noroeste se certifica la presencia de un diferente tipo de construcción de cuatro a cinco pisos de concreto armado.

El estudio recomienda usar como zona de espera un área de 30,000 metros cuadrados destinada actualmente para estacionamiento en la avenida Máximo Gómez.
Asimismo que deben crearse áreas de recepción y de asistencia, cercanas a la red de servicios esenciales, con buen acceso para medios de grandes dimensiones, cercanía de centros urbanos, pero no sujetas a tráfico intenso y disponibilidad para parqueos, depósito y farmacia.