A seis días de las fuertes lluvias en República Dominicana que provocaron al menos 31 muertos, cientos de familias permanecen fuera de sus casas porque están llenas de lodo y perdieron todos sus ajuares, en barrios como Villa Marina y Los Girasoles, en el Distrito Nacional.
Tanto en Villa Marina, próximo al kilómetro 9 de la Autopista Duarte, la cañada Juan Valdez arrasó con cientos hogares, donde el agua y lodo dañaron colchones, neveras, estufas, prendas de vestir, mercancías en pequeños negocios, pero sobre todo, causando daño psicológico.
La situación en Los Girasoles es similar, donde cientos de viviendas no han podido ser ocupadas, debido a que permanecen llenas de basura, agua y lodo, a pesar de que la crecida del Arroyo Manzano se produjo el pasado fin de semana.
Santiago Jerez, propietario del colmado Nuevo Milenio, en Villa Marina, narra que para él ha sido una tragedia el desbordamiento de la cañada Juan Valdez, ya que penetró al establecimiento y dañó todas las mercancías, los congeladores, con pérdidas que sobrepasan los 700 mil pesos.
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“El agua me tapaba a mí, aquí dentro, las mercancías se fueron todas, los refrigeradores también, los equipos de música, aquí solamente quedaron los tramos de arriba”, explicó.
Asimismo, dijo que todos los alimentos se los llevó la cañada, pero que lo peor es que ninguna autoridad ha ido por el lugar a evaluar la magnitud de los daños.
Considera que sólo sería posible recuperar algo de las pérdidas, si el gobierno auxilia, debido a que todo se fue pique con las fuertes lluvias del pasado fin de semana.
Lo propio ocurrió con el Colmado Los Muchachos, próximo a donde confluye la Cañada Juan Valdez con otra de la zona, allí las aguas llegaron prácticamente al techo.
Luisa Concepción, de la junta de vecinos Juan Valdez, expone que todas las familias que habitan a lo largo y ancho del afluente fueron impactadas de manera directa, por lo que sus viviendas quedaron llenas de lodo y todos los ajuares dañados.
Indica que no hubo pérdida humana porque lograron salir a tiempo hacia la parte alta donde fueron acogidos por vecinos y familiares.
Lamenta que ni siquiera en víspera de las fuertes lluvias tuvieron el acompañamiento de los organismos de socorro, menos aún después que la cañada inundó las viviendas del lugar, excepto el domingo cuando de la Presidencia llevaron 100 raciones de alimentos.
La solución
Estima que la solución para prevenir futuras tragedias es que la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) inicie el en encajonamiento de la cañada y traslade a las familias más vulnerables a un lugar seguro.
Muestra preocupación porque las informaciones que conocen es de que solamente serían desocupadas algunas casas, que obstaculizan los trabajos que se harían en la cañada, pero la crecida de esta demostró que en el lugar todos son vulnerables.
Lucina Velásquez, reside al lado de la cañada junto a su esposo discapacitado, narra que se salvaron porque un vecinos la subió a una segunda planta, pero perdió lo poco que tenía en su hogar.
En Los Girasoles
El arroyo Manzano también arrasó con cientos de viviendas a ambos lados de su caudal, dejando prácticamente a la intemperie a sus habitantes que todavía no pueden entrar a rehacer sus vidas.
La pareja de ancianos Antonio Veras y Ramona Arias, en la calle S número 17, en este sector, mostraron colchones y otros artículos de hogar dañados, así como el lodo que aún permanece dentro de su hogar.
Creen que es urgente el apoyo del gobierno para poder seguir viviendo como humano, al tiempo que deploran que la CAASD no envíe agua por las tuberías para poder sacar el lodo de las casas.
“Tenemos miedo a contraer enfermedades por el lodo y la humedad dentro de la casa, por eso exigimos a la CAASD que nos manden el agua para limpiar, porque ahora nos va a matar la falta de higiene”, expresó Ramona Arias.
Gisela Alcántara, quien tiene su casa próximo a la cañada no ha podido entrar a su hogar porque todos sus ajuares se dañaron.
Con sus tres hijos amanecen en una segunda planta de la casa de un vecino, y no sabe cuándo volverá a su hogar lleno de lodo, colchones y electrodomésticos dañados y que llevó al basurero.
Direisa Josefina Jaquez, perdió un salón de belleza que había abierto en base a un préstamo de RD$250 mil hacía pocos meses, ya que la cañada barrió con los equipos, en la calle 3ra número 16.
Expone que hasta los hierros de la casa fueron arrancados por la furia de la cañada, pero que ella se salvó porque un hijo la rescató.
Después de la tragedia se sienta al frente de su antiguo salón desde las 6:00 de la mañana a la espera de que alguien del gobierno vaya al lugar hacer un levantamiento y la tomen en cuenta.
El pasado miércoles la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía y la primera dama de la República, Raquel Arbaje, se presentaron a Los Girasoles, pero al parecer no pudieron recorrer toda la zona afectada, ya que muchos se quejan de la falta de presencia de autoridades. Indican que Mejía no llegó a la zona vulnerable.