Hace 162 años, Villa Tapia era un distrito municipal con un único atractivo: servir de paso a quienes se desplazaban, en carruajes o a caballo, hacia San Francisco de Macorís, Salcedo, Moca o La Vega. Para esa época se llamaba La Jagua y era la vía más directa de desplazamiento para los comunitarios de esas zonas de la región del Cibao.
Nos transportamos a finales del mil ochocientos. La Jagua, primer nombre que recibió este actual municipio de la provincia Hermanas Mirabal – antes Salcedo- fue fundada en 1862.
En República Dominicana no había carros, el primero que llegó fue un Ford, traído en 1919, por el comerciante mocano José María Michel, por lo que, por casi tres décadas este pueblo mantuvo un foco de atención. Sin embargo, en 1887, con el funcionamiento del Ferrocarril de Samaná a La Vega cayó en el anonimato.
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Desde entonces, ha tenido grandes transformaciones, en donde la resiliencia de sus moradores ha ido en consonancia con su desarrollo.
Es un pueblo laborioso, con gente de gran fe, emprendedora, dedicada al comercio, a la agricultura y ganadería, uno de los fuertes productores de plátanos del país; con años de gloria, como cuando existió el icónico Tarro Bar, desde 1956 hasta principios del 2000, fundado por el visionario Rafael Gómez (Paleco), o cuando el setentero Cine Teatro Clairette, propiedad de Delcio Rosario, brillaba por ser pionero, entre localidades cercanas, y donde la juventud asistía, los fines de semana, a ver las películas del momento. ¡De muy pequeña mi papá me llevaba, de ahí mi fascinación por el Agente 007!
El Tarro Bar de Villa Tapia se convirtió en uno de los centros de entretenimiento más famosos y concurridos del Cibao, junto a Guaricano Fiestas de La Vega y La Güira de San Francisco de Macorís. Escenario de las principales orquestas de merengue, como el Conjunto Quisqueya, Félix del Rosario, Joseíto Mateo, Milly, Jocelyn y los Vecinos, La Coco Band, Hermanos Rosario, y Johnny Ventura (quien en el merengue “Las mujeres que me gustan” menciona a Villa Tapia).
También se presentaron destacados soneros, salseros y boleristas, incluyendo a internacionales como el mexicano Marco Antonio Muñiz. En mi niñez, recuerdo que mi papá, Fernando Quiroz, ya fallecido, hacía referencia, con orgullo, de esa exitosa presentación. A papi le dedico este reportaje, siempre me insistió a que escribiera sobre el pueblo donde nací.
Es decir, que con el ‘boom’ del Tarro Bar y del Cine Clairette de nuevo ‘se encendieron los reflectores’ sobre este pueblo.
Pero, ‘no solo de entretenimiento ha vivido Villa Tapia’ -pese a que sus fiestas patronales, en honor a San Rafael, aún son de las más disfrutadas y una de las pocas que preserva su esencia religiosa y cultural. Este municipio, que además se llamó Distrito Municipal Monseñor Meriño, es famoso además por sus competencias deportivas; a ‘Paleco’, también se le reconoce el logro de llevar el futbol a este pueblo.
Villa Tapia, que recibe su nombre en honor al general Doroteo Antonio Tapia, héroe de la Restauración, destaca también por las emocionantes competencias entre equipos de voleibol, y ser la tierra de Thelma Tejada, primera jugadora dominicana que participó en calidad de refuerzo en un torneo de juego de arena en Europa, en las temporadas de 1979-80 y 1980-81. En 2000, ingresó al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Los años de gloria del Tarro Bar y, por ende, el dinamismo económico que generaba, permaneció hasta tanto su promotor pudo inyectar su magia. No obstante, Villa Tapia nunca se detiene, el amor de su gente ha permitido una continua reinvención.
Hoy día, se trabaja a favor de su desarrollo cultural y, en una meta más ambiciosa: el posicionamiento como destino ecoturístico, una parte del todo dentro de la provincia, a través del Festival Cultural Hermanas Mirabal y el Consejo Provincial por la Cultura y las Bellas Artes.
La meta es que la provincia Hermanas Mirabal, integrada por sus municipios, Villa Tapia y Tenares, sea visitada por su potencial ecoturístico y cultural: río, montañas, paisajes, parajes rurales, la Casa Museo Hermanas Mirabal, La Plazoleta, sus parques y, la muy famosa Ruta de los Murales, visitada cada año por unas 70 mil personas.
La Ruta de los Murales
La Ruta de los Murales no tiene un punto de partida ni un final, pero sí podríamos afirmar que desde donde el visitante desee iniciar simplemente quedará extasiado. El proyecto contempla murales en paredes de lugares emblemáticos de Salcedo, Tenares y Villa Tapia, como hospitales, ayuntamientos, centros educativos, comercios…
Es un hermoso proyecto cultural que ejecuta, desde el 2006, el Consejo Provincial por la Cultura y las Bellas Artes, como una de las actividades del Festival Cultural Hermanas Mirabal, evento que se realiza cada dos años, de forma rotativa, en toda la zona, con dedicatoria a pueblos nacionales e internacionales, nos explica Yasmin De La Cruz, miembro del Consejo.
El Festival Cultural Hermanas Mirabal ha sido realizado en Villa Tapia en 2011; dedicado a La Vega y Estados Unidos, en 2017 a San Pedro de Macorís y México, y este 2025, a Cuba y María Trinidad Sánchez.
Actualmente, La Ruta de los Murales contempla unas 480 impresionantes obras, fruto del talento de diversos artistas, escuelas y estilos. Entre ellos se pueden apreciar trabajos de jóvenes artistas locales como de grandes maestros de la plástica como Cándido Bidó, Elsa Núñez, Ramón Oviedo, Thelma Leonor, Julio Valentín, Pedro Veras, Dustín Muñoz, Amaya Salazar, Jorge Checo, Juan Bravo y Charito Chávez, entre otros, comenta el entusiasta Yeuri Rosario Quezada, un trabajador por la cultura en Villa Tapia.
Nos narra que estos artistas llegaron a la provincia atendiendo a una invitación del exvicepresidente de la República, Jaime David Mirabal, ideólogo del Festival.