POR DIOMELO MARTÍNEZ RAMÍREZ
Fernando Villalona Evora es su nombre bautismal. Un ser especial al que la vida le ha dado la suerte de ser el artista  más carismático de la República Dominicana.

A muy temprana edad  en Loma  de Cabrera, aunque montecristeño por la gracia de Dios, como reza su merengue  “Dominicano soy”,  la gente vislumbraba el aura que estaba  alrededor de aquella persona que años más tarde recorrió un largo camino de éxitos, reveses y vicisitudes que a través del tiempo lo han encasillado como la figura más enigmática del arte nacional.

En medio de todos estos altibajos, Fernando recientemente  confesó que en la cúspide de su carrera se sintió    arropado por la fama  y hubo un momento en que se creyó intocable.

 “Al tener tanta fuerza y  fama me sentía invencible, intocable y por eso abusaba de toda esa clase de atrevimientos ilegales”.  

El cantante parece haber  encontrado una luz al final del túnel. Hace menos  de ocho meses que su vida dio  un giro diferente al que hasta entonces llevaba. Y en verdad se nota que en   el  artista, el hombre, el ser humano, ha encontrado verdadera razón de existir. Ha sido tocado por el Señor.

“Después de ser bendecido se han superado  las tensiones, las incertidumbres y las persecuciones de aquellos tiempos oscuros que todavía mi memoria registra,  por algo que yo hacía y que era ilícito”, manifestó el intérprete de “Confundido”.

Según  dijo, esos momentos oscuros han sido superados, y en realidad se aprecia a un nuevo Fernando Villalona más lúcido, con 45 libras menos, desintoxicado. Todas estas condiciones complementan el resurgir de un artista que hizo bastante para destruir su vida. Recientemente en una entrevista en el programa “El show del mediodía”, Fernando  pidió perdón a todas las personas que de alguna manera sufrieron en aquellos momentos difíciles e incontrolables de su vida.  Antes le era casi imposible aceptar sus errores, porque  estaba  atrapado en las garras de las drogas, que le impedía recibir al Señor y tener mayor tranquilidad.

Agradeció la influencia y colaboración de personas e instituciones. Puso de ejemplo que le ayudó la presión  que le hacía el Consulado de los Estados Unidos para la prueba anti-doping antes de obtener la visa. De igual manera la ayuda de sus disqueros de entonces, Joel Brito y José Andújar, así como a Fernando Mateo, líder comunitario que se solidarizó con su causa, y muy especialmente al doctor César Mella, que se empeñó para que llevara el tratamiento  que lo curó.

NUNCA PENSO EN EL SUICIDIO

 En los  momentos tan complicados y difíciles que le depara la vida al ser humano, hay personas que no ven más allá de la curva y deciden suicidarse,  pero éste no es el caso de Fernando Villalona .

“Nunca pensé en quitarme la vida. Siempre tuve la esperanza de que iba a salir de eso y era porque tenía por dentro, aun inconscientemente, de que el Señor podía curarme”.

 Con relación a la nueva producción musical, sin nombre y sin disquera, dijo que ya se escucha el primer corte promocional “El sol de tu mirada”, de  autoría de Félix Veloz y arreglos de Henry Jiménez. Suena muy bien en la radio.