El recién designado presidente del consejo rector de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, Marino Vinicio Castillo, advirtió ayer a los funcionarios que incurran en actos dolosos que tomen en cuenta que existe un organismo que vigilará sus actuaciones.
Dijo que es un reto la designación en el cargo, del que aclaró no recibirá pago, pero que tratará de hacer un trabajo para recuperar las expectativas en algunos sectores de una actividad social administrativa correcta.
Sostuvo que desde hace tiempo el presidente Leonel Fernández observa la necesidad de establecer mayores controles para prevenir los casos de corrupción en el Estado.
Castillo informó que lo primero que hace es estudiar todo el marco jurídico sobre la prevención de la corrupción estatal para luego actuar.
Señaló que todos los funcionarios deben actuar ceñidos al cumplimiento de la ley y al cumplimiento de sus deberes como se contempla en el programa de Gobierno de la administración que encabeza el presidente Leonel Fernández.
Castillo fue entrevistado luego de su juramentación en el Palacio Nacional como presidente del consejo rector de la Comisión Nacional de Etica y Combate a la Corrupción.
La clave
En el vacío
Castillo dijo que cuando en 1998 planteó que los funcionarios del Gobierno renunciaran, y lo repitió este año, lo que buscaba era que no se atara las manos al Presidente para que hiciera designaciones en las instituciones que consideraba, pero que al parecer su pedido cayó en el vacío porque ningún incumbente tuvo la iniciativa de poner su cargo a disposición.