POR GERMAN MARTE
La formación de pandillas juveniles como las «naciones» está relacionada con la crisis económica que afecta al país, pero sobre todo a que muchas familias no le dan a sus hijos el sentido de pertenencia que necesitan, y entonces estos buscan en las bandas lo que debería ofrecerle el hogar, afirmó el sacerdote Juan Linares.

Linares, director del Programa Muchachos y Muchachas con Don Bosco, explicó que el joven de hoy necesita tener una experiencia de pertenencia, pues de lo contrario se siente vacío.

«Hay muchas familias que no han dado a sus hijos el sentido de «pertenecer a»; y un ser humano que no pertenece a algo se siente en el aire, se siente inseguro», dijo el padre Linares.

El sacerdote salesiano de basta experiencia en el trabajo con  jóvenes agregó que cuando un muchacho siente que no pertenece a algo busca su fortaleza a través de la agresividad.

Pero cuando la comunidad o la familia es capaz de crear instituciones de pertenencia están evitando la formación de bandas en las que se asocian los jóvenes donde incluso muchos se consagran con ritos que pueden ser satánicos, con promesas que si no son cumplidas hasta le puede costar la vida, indicó.

Explicó que si se logra cambiar esos desvalores de sangre, de brujería, por valores, y al joven se le hace pertenecer a un club que se llama, por ejemplo, Los Leones y del cual éste se siente parte, entonces se logra desplazar lo negativo por algo positivo.

De ahí la necesidad imperante de que en los barrios hayan clubes con sus locales para practicar deportes, al que los jóvenes pertenezcan y tengan su carnet, agregó el religioso.

Resaltó que cuando un joven forma parte de un club, de un equipo o de una institución se siente importante, pero cuando no es así busca eso en la marginalidad, en las drogas y las bandas.

Indicó que el mundo de la drogadicción crece porque ofrece una forma rápida de sentirse bien (aparentemente) y tener dinero para resolver sus problemas, pero si al joven se le capacita a nivel técnico o profesional se evita la drogadicción y las bandas en los barrios.

En ese sentido, Linares destacó el papel de las organizaciones barriales como la Coordinadora Don Bosco (CODONBOSCO) y otras, porque sirven de plataforma para canalizar programas de formación.

Empero, precisó que se necesitan recursos para equipar los talleres, las escuelas, los clubes y las bibliotecas para canalizar la enseñanza a los jóvenes y alejarlo de las calles.

Añadió que también se necesitan centros donde las madres puedan ir a capacitarse con cursos de belleza, cocina o floristería, para ganarse la vida honradamente y progresar.

Pero cuando ese centro, además de la capacitación, tiene valores de respeto de moralidad y esperanza, entonces se está creando una sociedad verdaderamente sólida y esa es la inversión social que tanto hace falta.

Asimismo, Linares exhortó a los medios a promover los valores positivos y a no caer en el simple sensacionalismo.

Abogó porque la globalización de la solidaridad entre la gente para poder superar la situación que vive la nación y hacer un país mejor.

Dice que el problema de la delincuencia debe ser enfocado no sólo desde el punto de vista de la confrontación delincuente-policía, «pero la delincuencia se evita con la educación, con deportes sanos, los valores, clubes y talleres».

Resaltó que en los barrios hay mucha gente asociada dispuestas a echar hacia adelante y a crear optimismo en todos los niveles, deportivo, cultural y educativo, sólo hay que ponerlo en ejecución.