Londres, (EFE).- Una sustancia hallada en el caparazón de insectos y crustáceos, como los escarabajos y los cangrejos, podría ser una de las causas del asma, según indica un estudio publicado hoy en la edición de internet de la revista británica «Nature».
Un grupo de científicos de la Universidad de San Francisco, en EEUU, comprobó que la exposición a esa sustancia, llamada chitina, provocaba una reacción alérgica con inflamación de los pulmones en los ratones de laboratorio, al tiempo que activaba una enzima de su sistema inmunológico.
La chitina es un tipo de azúcar que endurece el caparazón de insectos y crustáceos y que también se encuentra en hongos, mohos y en las cáscaras de gusanos parasitarios. Estos organismos producen cada año millones de toneladas de chitina, que permanecen en la naturaleza y que, según los expertos, podrían estar relacionadas con el desarrollo de asma en las personas.
Los mamíferos, incluidos los humanos, carecen de chitina, pero tienen una enzima especializada -una proteína natural activa- que permite sintetizarla y que se activa cuando se ve expuesta a la sustancia.
La existencia de esa enzima hace pensar a los científicos que los mamíferos la desarrollaron para proteger sus pulmones de la chitina.
Debido a mutaciones genéticas naturales, la enzima es más potente en algunas personas que en otras, que quedarían más expuestas al efecto de la sustancia y serían más susceptibles de padecer asma, apuntan los expertos en «Nature».
«Ahora que hemos determinado que la chitina puede desencadenar una inflamación alérgica en ratones, queremos ver si la chitina que está presente en el medio ambiente de forma natural puede provocar respuestas alérgicas o inflamatorias», explica Richard Locksley, director del estudio.
Otra prueba de que puede existir esa relación es el hecho de que mucha gente que trabaja en la industria procesadora de crustáceos a menudo desarrolla la enfermedad denominada «asma del cangrejo», que en Estados Unidos ya ha llamado la atención de los expertos en salud pública.
«La exposición a la chitina puede ser particularmente alta en los trabajadores de ese sector, que tiene que sacar las cáscaras de los cangrejos y otros crustáceos», dijo Locksley.
El experto se propone investigar ahora si los enfermos de asma tienen versiones menos activas del gen de la enzima que sintetiza la sustancia. EFE