LA HABANA (AP).– Los mismos que estuvieron vinculados a la muerte del presidente estadounidense John F. Kennedy intentaron complotar contra el líder cubano Fidel Castro y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, aseguró un ex general que durante años dirigió la Seguridad del Estado cubana.

 «¨De quién estoy hablando?, de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, de la mafia cubano-americana, los mismos personajes’’, dijo Fabián Escalante, al presentar el viernes un libro de su autoría.

 Bajo el título «Fidel, Kennedy y Chávez, una historia inconclusa de asesinato político’’, el militar retirado hace un análisis de información de inteligencia —perteneciente a los archivos cubanos o pública— con vistas a mostrar la dinámica de estos complots y sus resortes ocultos.

 Según las instituciones de Seguridad que Escalante dirigió, Castro enfrentó unos 600 atentados contra su vida, algunos de ellos reconocidamente planeados o apoyados por la inteligencia norteamericana.

 Caracoles submarinos explosivos, tabacos contaminados y hasta agentes químicos para «depilar’’ la barba de Castro y destruir su imagen figura en la lista de ingenios destructivos.

 En un segundo apartado de su libro, de 245 páginas, Escalante sigue la huella de Lee Harvey Oswald, el presunto asesino de Kennedy que también fue asesinado en noviembre de 1963.

 Una comisión del Congreso norteamericano descartó —como se habló al comienzo de las investigaciones— de una conexión entre Oswald y Cuba, pero en cambio se mantuvieron las pruebas del supuesto tirador con grupos de cubano-americanos anticastristas.

 Escalante aseguró que en la década de los años 60 cientos de exiliados isleños en La Florida, algunos de ellos también ligados a la entonces floreciente industria del juego, pasaron a formar parte de la CIA, obsesionada en deshacerse de un gobierno comunista a pocas millas de su territorio.

 La tercera parte del volumen, la constituye el análisis de los ataques conocidos a Chávez —un cercano aliado de Cuba y amigo personal de Castro— que al parecer comenzaron en 1999 cuando cubano-americanos procedentes del grupo extremista «Alpha 66’’ planearon emboscar al mandatario y matar a varios de sus colaboradores.

 Mecanismos comunes, financiamiento y entrenamiento procedente de Estados Unidos y algunos nombres que se repiten son algunos de los elementos que destacó Escalante.