Vinculan RD-rebeldes

Vinculan RD-rebeldes

Los gobiernos de Estados Unidos y República Dominicano ayudaron con armas y entrenamientos a los rebeldes haitianos que derrocaron al presidente Jean Bertrand Aristide, afirmaron ayer dos activistas pro derechos humanos norteamericanos que se encuentran en el país para investigar el golpe de Estado del 29 de febrero.

Brian Concannon, abogado, y el sacerdote anglicano Luis Barrios, quienes visitan Santo Domingo como parte de una comisión estadounidense que investiga los posibles vínculos del gobierno dominicano con los rebeldes que derrocaron a Aristide consideraron que el principal responsable del golpe de Estado del 29 de febrero fue la administración de George W. Bush.

De acuerdo con Barrios y Concannon, las autoridades dominicanas actuaron como cómplices de los rebeldes encabezados por Guy Philippe usaran el territorio dominicano para entrenarse.

«Estoy seguro que Chamblaind y Guy Philippe usaron el territorio dominicano como base de apoyo para derrocar a Aristide al menos desde el año 2000», dijo Concannon.

En tanto que Barrios, quien vivió en el país durante durante la primera administración de Joaquín Balaguer, afirmó que soldados de Estados Unidos y dominicanos ayudaron a entrenar a los rebeldes haitianos durante la llamada Operación Jadel Task, que se llevó a cabo en la frontera dominico-haitiana en el 2001.

Añadió que un grupo de aproximadamente 200 rebeldes haitianos también recibieron entrenamiento en San Cristóbal.

Barrios acusó al gobierno de Hipólito Mejía de ser «complaciente» con los estadounidenses y fue por eso que se prestó a colaborar con los haitianos que derrocaron a Aristide.

Concannon indicó que en noviembre del 2002 el gobierno de Estados Unidos anunció que había entregado 20,000 fusiles M-16 al Ejército dominicano y afirmó que una parte de esas armas fueron a parar a los rebeldes haitianos.

Dijo que no sabe cómo esas armas fueron a parar a manos de los rebeldes, pero que esperan averiguarlo durante su estadía en Santo Domingo, la que se extenderá hasta el próximo martes.

El próximo lunes, la delegación estadounidense ofrecerá una rueda de prensa en el hotel Jaragua, para dar a conocer los resultados de su investigación.

Además de Concannon y Barrios, integran la comisión la cineasta Katherine Kean y el periodista Kim Ives.

Concannon sostuvo que cada vez que surge un líder popular en cualquier país de América Latina, el gobierno de los Estados Unidos tratan de impedir que llegue al poder y de derrocarlo si llega a gobernar, «y ese fue el caso de Aristide».

Indicó que ahora lo más importante es denunciar esta situación ante la opinión pública estadounidense, las universidades y el propio Congreso estadounidense y en otros países, para evitar que se repita una situación similar a la producida en Haití con el golpe de Estado.

[b]MOTIVO FRANCÉS[/b]

Además de Estados Unidos, Concannon entiende que Francia es el otro gran responsable del desplazamiento de Aristide del poder, y lo atribuyó a que el derrocado mandatario reclamaba al gobierno francés que le devolviera US$43,000 millones que París obligó que le pagara su antigua colonia desde el año 1823 hasta 1900 para reconocer su independencia y no invadir nuevamente la nación caribeña.

«Entonces Francia calculó que era más económico contribuir con el golpe de Estado para sacar a Aristide del poder que pagar esa gran deuda», explicó Concannon.

[b]CARTA AMERICANA[/b]

Los delegados estadounidenses consideran que el gobierno dominicano no debe reconocer el régimen de facto del primer ministro Gerard Latourtue, impuesto en Haití, que ya fue rechazado por los países miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM).

Concannon dijo que en virtud de que el país es signatario de la Carta Americana de la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Mejía tiene una obligación «moral y legal» de desconocer a los gobernantes surgidos del golpe de Estado en Haití.

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