El dirigente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Vinicio Castillo Semán, rechazó que exista un estado de xenofobia y de odio contra los inmigrantes haitianos, al momento de deplorar que un sector de la jerarquía católica esté «coincidiendo» con la campaña de descrédito internacional que motorizan el gobierno haitiano y organismos internacionales que presentan a República Dominicana como una nación violadora de los derechos humanos.
“Las expresiones usadas en el Sermón de las 7 Palabras el pasado Viernes Santo, dando por sentado de que existe xenofobia y persecución contra inmigrantes haitianos en el país ponen a la jerarquía católica de espaldas a los intereses nacionales, al coincidir con las infames acusaciones que se han hecho contra la República Dominicana con el trato a la migración haitiana”, expresó el también exdiputado por la FNP.
“Es una ignominia decir que en el país hay xenofobia y odio contra inmigrantes haitianos. Un sector de la jerarquía católica busca inhibir y detener la legítima reacción del pueblo dominicano al rechazar la masiva migración haitiana ilegal, que ha desplazado la mano de obra nacional en todos los sectores productivos y que succiona gran cantidad de recursos públicos en materia de salud y educación”, agregó Castillo Semán.
“El movimiento nacionalista no promueve el odio ni la discriminación contra haitianos. Jamás apoyará actos de vandalismo o violencia contra inmigrantes. Lo que el movimiento nacionalista en auge está reclamando a las autoridades es un control estricto en la frontera; es la expulsión de todo ilegal que esté en nuestro territorio; es el respeto a nuestra Constitución y a la Sentencia 168-13, que fija los límites claros y precisos de la nacionalidad dominicana. Eso jamás podrá ser llamado xenofobia ni discurso de odio, es una legítima defensa del país”, expresó Castillo Semán.
“De lo que debiera estar preocupada la iglesia católica es del incontenible avance del vudú en la República Dominicana; de la creciente ola de crímenes atroces que están cometiendo con toda impunidad los haitianos en el país y de la brutal embestida contra la calidad de vida del dominicano que representa la incontenible emigración ilegal haitiana. La solidaridad cristiana no puede jamás representar la destrucción de la patria de Duarte. Hemos demostrado ser el país más solidario que ha tenido Haití en toda su historia, pero esa solidaridad ha llegado a su límite máximo. No podemos cargar con la desgracia del pueblo haitiano en territorio dominicano”, concluyó Castillo Semán.