El diputado Vinicio Castillo Semán, un crítico de la competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) sobre los asuntos del país, tenía una opinión muy diferente de ese organismo cuando era abogado litigante, ya que pensó en recurrir a esa corte para denunciar los atropellos que la justicia habría cometido contra su representado: el exbanquero Ramón Báez Figueroa.

La crónica del anuncio, publicada por este diario el once de julio de 2008, circuló ayer en las redes sociales para recordarle al legislador que en el pasado no descalificaba a la CIDH.

“Iremos (ante la CIDH) a denunciar los atropellos para que sea esa jurisdicción internacional que evalúe la magnitud de las transgresiones a las garantías procesales del imputado que se cometieron contra Báez Figueroa”, afirmó en aquellos días Castillo Semán, quien era parte del cuerpo de defensa de Báez Figueroa.

Castillo Semán aseguró en ese momento que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) pisoteó el derecho de defensa del exbanquero y, a pesar de que el Congreso Nacional no “avaló la competencia de la Corte Interamericana” como él argumenta ahora, contempló recurrir a ese tribunal. Al final, sin embargo, no lo hizo.

Opinión hoy. Tras saber que la CIDH falló contra el país por las repatriaciones contra dominicanos y haitianos hechas en 1999 y 2000, la opinión de Castillo Semán cambió. Hoy día el tribunal es un “mero instrumento de Estados Unidos de Norteamérica” que no reconoce competencia y que se utiliza para doblegar la soberanía de República Dominicana.

Así lo afirmó el legislador el 22 de octubre, cuando señaló que el Gobierno y la Cancillería tendrán que decidir si la CIDH es más importante que los poderes públicos de la República Dominicana.