Vino chileno, el privilegiado

Vino chileno, el privilegiado

Vino color de día,

vino color de noche,

vino con pies de púrpura o sangre de topacio,

vino, estrellado hijo de la tierra,

vino, liso como una espada de oro,

vuave como un desordenado terciopelo,

vino encaracolado y suspendido, amoroso,

marino,

nunca has cabido en una copa,

en un canto, en un hombre,

coral, gregario eres,

y cuando menos mutuo. Pablo Neruda

Con esa presentación del poeta chileno y Premio Nobel 1971 es apropiado comentar el vino de Chile. ¡Ojo! Este espacio no pudiera, ni tiene como intención mencionar todas las bodegas de ese país esbelto y largo que es la tierra bendita de la vid. Digo “bendita” porque Chile es el país privilegiado de la vid; ya que allí no existen enfermedades enológicas, me refiero a los mohos, insectos y otros, que puedan dañar las cepas, nada que se pueda transmitir al vino.

En Chile hay sol y agua de la sierra en un clima idóneo, pues las cepas maduran a la perfección, brindándonos vinos afrutados con ese sabor que le gusta a casi todo el mundo. También tienen precios interesantes, por que la mano de obra no ha llegado a las galaxias donde se encuentran los de otros países. Una curiosidad de Chile es que nunca llegó la filoxera, acontecimiento que fascina a todo amante del vino…

La filoxera es un insecto hemíptero cuyo plato favorito son las hojas y raíces de la vid. A mediados del siglo XIX atacó la viña europea de norte a sur. ¿Cómo pasó? La inquietud de saber más hizo que hubiera frecuentes transportes de cepas desde Europa hasta América y viceversa, así llegó, probablemente, en cabina de primera clase.

Realmente no hubo viñedo que no quedara devastado por estos insectos; los dueños de viñas estaban desesperados, sin saber cómo parar la plaga, trataron miles de polvos y mezclas, hasta inundar los viñedos enteros…

Finalmente, después que todo el viñedo de Europa estaba en un estado terrible sin producir casi nada (muchos bodegueros se fueron a cosechar uva en otros países, la Rioja casi nació por esto), descubrieron que haciendo un injerto con una cepa americana se solucionaba el problema. El bichito, o gringuito, no ataca las cepas americanas…

Lo menciono porque esa plaga nunca llegó a Chile, que no solamente es uno de los países más remotos del continente americano, sino que los Andes lo protegen. Desde ese punto de vista, el vino chileno sigue siendo como era en la antigüedad; por supuesto, con todas las técnicas nuevas de la Enología.

Además, la ventaja es que las cepas son las mismas francesas y italianas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Chardonnay, Sangiovese y muchas más; pues el sabor no es desconocido.

Quizás lo que más nos interese es que el vino chileno es uno de los mejores en lo que concierne a la importantísima relación: precio/calidad por la razón mencionada arriba. Afortunadamente en Republica Dominicana se encuentra una buena selección, a Europa no llegan muchos por el proteccionismo, ¡pues disfrute y a probar!

¡Sante!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas