El proyecto de Código Penal que se discute en el Congreso aumentará hasta 60 años la pena por reincidencia en la violación sexual y otras agresiones a mujeres y a menores de edad.
La ley tiene previsto incrementar en más de cinco años los delitos sexuales en que incurren familiares y particulares de las víctimas, pena que hasta el momento se castiga con de cinco a 20 años de prisión.
El presidente de la Comisión Permanente de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Quiñones, declara que la nueva pena viene a controlar la cantidad de agresiones sexuales que se producen en el país.
El médico de profesión considera que el Estado tiene que garantizar que todo el cometa una infracción de este tipo sea sentenciado a la pena máxima.
Quiñones no comparte la idea de que en el país se apruebe la castración química contra los depredadores sexuales.
Admite que el país está huérfano de justicia, pero ve la idea de la castración como fundamentalista o sensacionalista.
Se opone al castigo de mutilación o extirpación de los órganos sexuales del hombre que cometa violación sexual por entender que con esta medida, el Estado le devuelve la sanción al imputado con un daño, “y eso sería violarle sus derechos fundamentales”.
A la vez, el Estado se comporta como un vengador. Precisa que el incesto y cualquier otra modalidad de violación sexual de una persona, no está en el órgano sexual del imputado, sino en el cerebro y en el corazón de quien lo comente. “El daño está en el cerebro”.
Atribuye la aberración sexual a la falta de valores y de formación familiar.
Lamenta que el Código Penal se encuentre paralizado en el Congreso y que los legisladores no se pongan de acuerdo en su aprobación por el tema del aborto y interrupción del embarazo por las tres causales: (violación sexual o incesto, que la vida de la mujer embarazada corra peligro y cuando el feto se determina que nacerá inviable).
Quiñones recordó que el proyecto de Código Penal no solo elevará los años de condenas para ciertos crímenes, sino que incluirá sanción para más de 300 delitos, no contemplados en la actual legislación.
Drama de una madre adolescente. Quiñones rechaza la unión marital de menores y advierte que es una catástrofe para cualquier familia que una jovencita se embarace sin la edad adecuada para ser madre.
Señala que físicamente hay daños, debido a que el tejido del cuerpo no está preparado ni el organismo en términos de las hormonas. Indica que un embarazo las lleva a la neurosis postparto, y a veces, al suicidio.