Violencia de género no baja en España

<p>Violencia de género no baja en España</p>

MADRID (AFP).- Mientras Europa se moviliza contra la violencia de género, el ejemplo de España, donde el número de mujeres asesinadas por sus parejas no disminuye a pesar de una ley pionera, muestra que la violencia machista se mantiene y que es necesario un gran trabajo sobre las mentalidades.

El Consejo de Europa eligió simbólicamente Madrid para lanzar el lunes una vasta campaña de sensibilización contra la violencia de género que se llevará a cabo a lo largo de todo el año 2007 en sus 46 Estados miembros.

Un gesto de reconocimiento hacia el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, «feminista» declarado, que se situó a la vanguardia de este combate aprobando una ley pionera en Europa para proteger las mujeres de la violencia de sus parejas o ex parejas.

Madrid asegura que su «ley integral contra la violencia de género», en vigor desde junio de 2005, es la única del continente que prevé una protección de las mujeres maltratadas a todos los niveles: jurídico, sanitario, financiero, social y psicológico.

El gobierno Zapatero también ha previsto penas de prisión más duras cuando la violencia de género es obra del hombre, además de crear tribunales especiales, que no dan abasto con las denuncias, para una atención adaptada a las mujeres maltratadas.

Pero la ley sigue sin surtir efecto. Desde enero, 61 mujeres han muerto a manos de sus parejas o ex parejas, una más que las 60 mujeres muertas en todo el año 2005. Dos millones de españolas se consideran maltratadas física o psicológicamente, según una investigación gubernamental que se publicará próximamente.

«Demasiadas mujeres todavía admiran un tipo de masculinidad tradicional, de hombre fuerte, autosuficiente, que impone su criterio. La mujer maltratada siempre trata de no decirlo», explica a la AFP la secretaria general para Políticas de Igualdad, Soledad Murillo.

«No se puede aplicar la ley porque las mujeres esperan que las cosas cambien y no nos permiten actuar porque no denuncian», añadió.

Entre las víctimas de este año, «sólo habían denunciado 18, y de las 18 restantes, una de ellas había retirado la denuncia y tres habían vuelto a dar una oportunidad al agresor», subrayó Murillo.

«El hombre debe quedarse aislado y no la mujer maltratada», insistió Soledad Murillo. La aplicación de la nueva ley «tiene fallos», reconoció esta semana la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

De la misma manera piensa la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional. «Esta ley es un primer paso en la buena dirección, pero en la práctica, todo no se ha hecho realidad».

Amnistía reclama una mejor formación del personal sanitario, que «es al que llegan prácticamente todas las mujeres víctimas de violencia», explica la portavoz de la organización Eva Suárez Llanos.

Amnistía espera también que la campaña del Consejo de Europa «servirá para establecer estadísticas comunes que permitan abordar mejor el problema».

Consciente de que hay que ganar esta partida, el gobierno español lanzó el jueves una nueva campaña nacional para «sensibilizar al conjunto de la sociedad» y «romper el pacto de silencio que rodea a las mujeres maltratadas».

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