Violencia ejercida desde el poder

Violencia ejercida desde el poder

Existen diferentes tipos de violencia: violencia psicológica, verbal, física y estructural. “El término violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en las que se produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificación social, es decir, sin necesidad de formas de violencia física directa”. (Tortosa y La Parra)

La violencia en la sociedad dominicana se manifiesta desde lo micro a lo macro. En las esferas micro-sociales en el hogar, la escuela, el tránsito y delincuencia. En lo macro desde las esferas de poder con violencia estructural y física.

Una mirada a la violencia ejercida desde el poder nos muestra su invisibilidad, enmascaramiento y ocultamiento por sus principales representantes. Algunas de estas expresiones de violencia en R.D. son:

1. Precariedad en el suministro de los servicios básicos. El sometimiento diario y continuo a la población a deficiencias en el suministro de agua potable, apagones y saneamiento es un ejercicio de violencia con sus efectos en la inseguridad.

2. Exclusión, abandono y pobreza. En nuestro país se ha incrementado en un 3% la pobreza y se sigue invirtiendo millones de dólares en grandes obras, manteniendo la no-redistribución de ingresos hacia comunidades rurales y urbanas y hacia el desarrollo de capacidades (educación, salud, empleo) para el desarrollo humano.

3. Asesinatos diarios de jóvenes y hombres por la Policía en supuestos. “intercambios de disparos”. La presencia continua de ajusticiamientos de la Policía son modelos que repiten el ejercicio del terror trujillista y balaguerista. Se ha institucionalizado la pena de muerte como método de investigación a “sospechosos”, suplantándose el sistema judicial. (Puede hablarse de una “revolución democrática” en el terror? (Por qué estas muertes no le preocupan al Presidente de la República y a su imagen de “demócrata ejemplar”?

4. Violencia ejercida desde el Congreso y la Asamblea Nacional hacia la población y sus derechos fundamentales. Tenemos una nueva Constitución que niega los derechos de la ciudadanía. La población no podrá: acceder a playas, demandar casos de corrupción e inconstitucionalidad, las mujeres optar por sus vidas, personas con opciones sexuales diversas a formar familias, hijos de migrantes a nacionalidad y educación y se pierde la independencia del Poder Judicial.

 Esta Constitución que surge de una imposición del Pacto Leonel Fernández-Miguel Vargas no puede llamarse “Revolución Democrática” sino “Revolución Autoritaria”.

EI ejercicio del poder en el país es un ejercicio de terror. No se respetan las libertades ni los derechos de la ciudadanía. La democracia no convive con el terror, el terror no convive con la gobernabilidad ni con el “progreso”, “Desarrollo” ni “inversión extranjera”.

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