El Gobierno de Haití alertó ayer que «la violencia incesante y la inseguridad generalizada hacen casi imposible el acceso a los cuidados» sanitarios y aseguró que cada día se pierden vidas porque es «demasiado arriesgado llegar a un centro de salud» para recibir asistencia.
Con motivo del Día Mundial del Sida que se celebra este 1 de diciembre, la Oficina del Primer Ministro indicó que, «pese a los avances realizados en la lucha contra el VIH, miles de haitianos están atrapados en una crisis sanitaria y de seguridad devastadora».
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Señaló que la práctica imposibilidad de acceder a la asistencia sanitaria a causa de la violencia agrava «el sufrimiento y amenaza los progresos duramente conseguidos. Cada día se pierden vidas no por falta de tratamiento, sino porque es demasiado arriesgado acudir a un centro de salud para recibir cuidados vitales».
«No obstante, Haití no baja los brazos», agregó el mensaje y advirtió de que, pese a los esfuerzos del primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aimé, por restablecer la seguridad y asegurar el acceso a los cuidados esenciales, ello no es suficiente, por lo que es «imperativo reforzar la solidaridad internacional para apoyar al pueblo haitiano en este combate vital por su supervivencia y su dignidad». Añadió que el Día Mundial del sida hace recordar «una verdad esencial: cada infección evitada, cada vida salvada es una victoria para la humanidad. Derribemos las barreras de la desigualdad».