Violencia en Haití obligararía a EEUU
enviar más soldados

Violencia en Haití obligararía a EEUU <BR>enviar más soldados

WASHINGTON (AFP).- El deterioro de las condiciones de seguridad en Haití, donde al menos cerca de veinte personas fueron asesinadas esta semana, empuja a la administración de George W. Bush a estudiar una posible intervención militar estadounidense en este pequeño país caribeño.

   Este fin de semana, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, reconoció en una entrevista con el periódico Miami Herald que se podría precisar «más ayuda para las elecciones» generales previstas para fin de año. En este sentido generó un paralelismo entre la situación en Haití y los dispositivos de seguridad en Afganistán e Irak para las recientes elecciones.

   En Afganistán coexisten dos fuerzas paralelas: la OTAN y una estadounidense. En Irak, el contingente estadounidense fue reforzado para garantizar la seguridad de las elecciones.

   La violencia que afecta a Haití es «preocupante» y Naciones Unidas y las otras instituciones que ayudan a Haití a encontrar estabilidad «deben examinar seriamente si la organización de las fuerzas allá es la adecuada», agregó Rice, quien participa desde el domingo en Florida (sudeste) de una asamblea general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

   En una editorial muy crítica a la situación en Haití, The Washington Post denunció el domingo el fracaso de la ONU y del gobierno haitiano en estabilizar el país. «Se necesita una operación de socorro en este país y probablemente no se puede hacer sin la ayuda de las tropas estadounidenses», afirma.

   Según el periódico, la embajada estadounidense en Haití pidió a la administración de George W. Bush que estudie la posibilidad de enviar varios centenares de marines a Haití para luchar contra la inseguridad.

   Las elecciones municipales deben desarrollarse en Haití el 9 de octubre, seguidas de las legislativas y presidenciales el 13 de noviembre y el 18 de diciembre.

   Desde la dimisión y la partida en febrero de 2004 del ex presidente Jean Bertrand Aristide, el país no ha logrado estabilizarse a pesar del despliegue en el verano (boreal) de 2004 de cerca de 6.700 cascos azules y 1.622 policías internacionales, y del envío de una ayuda financiera internacional.

   El martes, un ataque en el centro de Puerto Príncipe, atribuido a simpatizantes de Aristide contra un mercado y una comisaría, dejó diez muertos entre la población civil. El mismo día, el cónsul honorario francés falleció baleado cerca del aeropuerto.

   El sábado, la policía haitiana realizó una operación de represalia en Puerto Príncipe en el barrio de Bel Air, un bastión de estos simpatizantes, que dejó 18 muertos según la ONU y testigos.

   En el barrio de Bel Air (300.000 habitantes), un periodista de la AFP constató que una decena de casas habían sido quemadas y que eran visibles numerosos rastros de sangre en la vereda.

   Desde el verano (boreal) de 2004, cerca de 700 personas fueron asesinadas en actos de violencia en Haití, sobre todo en Puerto Príncipe. En los últimos meses, el secuestro de comerciantes, directores de escuela o simples ciudadanos también se multiplicaron, alimentando fuertemente el sentimiento de inseguridad. Estos raptos, una quincena en la semana y ocho sólo el viernes, son realizados por desconocidos en busca de recompensas.

   Para los diplomáticos en Puerto Príncipe, no hace falta mucho para que los grupos armados que aterrorizan con impunidad los barrios de la capital se apoderen de espacios estratégicos como el aeropuerto y el puerto.

   El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, reclamó el aumento de los cascos azules para las próximas elecciones. El primer ministro haitiano, Gérard Latortue, solicitó un refuerzo del mandato de la MINUSTAH (Misión de Estabilización de la ONU en Haití) y prevé reunirse en Nueva York con el Consejo de Seguridad próximamente.

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