Las estadísticas sobre la violencia de género en el país revelan que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres, pues el 39% de los feminicidios ocurrieron en ese ámbito, y además, que tener una pareja aumenta las posibilidades de ser víctima de violencia, pues el 21% de las agredidas está casada o unida a su victimario, según los datos aportados por Jeremy Freehill, oficial nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas. La violencia intrafamiliar es un tema de salud pública.

Las estadísticas sobre la violencia de género en el país revelan que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres, pues el 39% de los feminicidios ocurren en ese ámbito, y además, que tener una pareja aumenta las posibilidades de ser víctima de violencia, pues el 21% de las agredidas está casada o unida a su victimario, según los datos aportados por Jeremy Freehill, oficial nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

De acuerdo con las estadísticas que éste maneja el tema de los hijos representa también una vulnerabilidad, ya que el 28% de las que tienen cinco hijos son víctimas de violencia, contra el 10% de las que no tienen y han sido agredidas.

El funcionario explicó, en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, que tener un empleo es otra desventaja en el contexto de la violencia de género, ya que el 23% de las mujeres que trabajan son maltratadas por sus parejas, y en el caso contrario sólo un 17% de las desempleadas son víctimas.

Respecto a la educación la frecuencia de los maltratos es menor, pues sólo el 16% de las que han recibido educación formal son maltratadas, contra un 22% de las menos instruidas.

Zonas de violencia. La violencia contra la mujer tiene mayor incidencia en la región IV de Salud, que corresponde a Pedernales, e Independencia y Barahona, precisó Freehill tras destacar que la de menor incidencia es la región V, que incluye La Romana, San Pedro de Macorís y La Altagracia.

Sin embargo, Sonia Vásquez, representante auxiliar del UNFPA, refirió que la región IV es la más pobre del país y en la que se registran mayores niveles de analfabetismo.

Políticas públicas. Uno de los problemas que enfrenta la República Dominicana, en materia de abordar las problemáticas sociales, es que los enfoques son reactivos, más que preventivos.

Lo que pasa en el país es que después que ocurre la violencia es que reaccionamos, por lo que debemos de pasar a otro plano de carácter integral, expresó Freehill.

En ese sentido, dijo que la violencia de género debe tratarse en las escuelas con la misma dimensión que la educación sexual.

Pero también hay que extender la problemática hacia las comunidades de base, para que se integre a la familia y se señalen las causas y consecuencias de la violencia de género, planteó el experto.

El UNFPA está revisando el marco legal de violencia contra la mujer, pero también la capacitación a los actores del sistema, es decir, fiscales, policías, jueces, personal de salud.

Lo que se quiere lograr con esa asistencia es que, cuando llegue una mujer maltratada a una instancia policial o judicial se le den las atenciones que requiere sin pérdida de tiempo.

Freehill planteó además que desde el Estado se debe propiciar una mayor inversión para los asuntos de género, y sobre el particular precisó que, el Ministerio de la Mujer, sólo recibe menos del 1% del Presupuesto de Gastos Públicos.

Estamos viendo un problema de inversión que se requiere para poder abordar, de forma integral, una problemática social tan compleja.

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Las estadísticas

En lo que va de año más de 80 mujeres han perdido la vida en feminicidios íntimos y no íntimos, pero en los últimos cinco años alrededor de 1,700 mujeres han perdido la vida en las mismas circunstancias.

Pocos resultados

Aunque desde la Procuraduría General de la República se desarrollan campañas tendentes a reducir la violencia de género, las mismas no han surtido el efecto esperado en tanto las muertes aumentan cada año.