La violencia desprendida de los altos índices de criminalidad llevó al literal encierro de determinadas áreas de la Clínica Cruz Jiminián, donde pacientes han sido agredidos y hasta asesinados, y médicos amedrentados por parte de delincuentes en conflicto o por la coincidencia en un mismo espacio de víctimas con sus victimarios.
El doctor Félix Antonio Cruz Jiminián reveló que situaciones ocurridas en el centro lo llevaron a disponer de medidas de seguridad extremas y la instalación de unas 64 cámaras de video vigilancia para poder controlar la situación.
Narró cómo en una ocasión atendía un paciente herido y de manera impetuosa penetraron dos hombres a la sala de emergencias. “Ellos llegaron y me dijeron: doctor, esto no es con usted y lo mataron aquí, en mis propias manos. ¿Qué yo hice? Quedarme tranquilo, desarmado, con dos delincuentes armados”, narró, tras señalar que provenían del sector Claret.
También citó hechos en los que médicos han sido amedrentados con cuchillos por antisociales o miembros de bandas con pacientes atendidos allí.
Contó que hace poco fue llevado allí un señor herido de gravedad que murió mientras recibía atenciones y aún con el cuerpo en la camilla fue llevado un hombre con cinco disparos en la cabeza, que resultó ser quien había provocado la muerte al primero.
“Ocurre que yo, sin saber la situación, lo he acostado en la camilla número 4 y el que había matado estaba en la numero 3”, señaló Jiminián.
Explicó que los familiares de la víctima fueron en turba al centro en procura de quemar al victimario que era atendido creando una situación que requirió de decenas de agentes policiales para controlar la situación que se generó.
“Hasta yo tuve que salir y dar el frente, porque a mi me respetan y les hablé fuerte para que se fueran”.
Enrejados. Los hechos ocurridos allí y dentro de los que están los mencionados obligaron a la colocación de rejas y puertas enrollables en la emergencia. También la presencia de agentes de seguridad de la Policía y privados para custodiar.
“Tenemos un protocolo y desde que llega un herido de bala o un delincuente se cierran las puertas y nadie pasa”, expresó.
Dijo que la medida también han tenido que aplicarla en las áreas de internamiento, donde a determinada hora de la noche también corren las puertas de hierro, para evitar agresiones a pacientes internos, porque también han tenido casos de ese tipo.
“Pusimos cámaras en todas las partes y tenemos un sistema de monitoreo permanente. Ahora vamos poner radios para que la seguridad esté comunicada ante situaciones sospechosas porque lo otro es que hace un tiempo también eramos víctima de robos”, expresó el galeno.
Violencia se refleja. Jiminián explicó que en la emergencia de la clínica que dirige se refleja de manera clara el incremento de la criminalidad debido a que han aumentado los casos de personas heridas en hechos delictivos.
Señaló que hace unas dos semanas, con diferencia de entre 20 minutos y media hora recibieron a cuatro miembros de una familia del sector La Agustina, heridos por armas largas y de fuego.
“Como a las 2:00 de la mañana traen un joven como de 18 años con una herida en el cuello que le afectó la Yugular, le dimos los primeros auxilios y lo enviamos al Darío Contreras, creo que murió. Como a los 20 minutos traen el hermano gemelo con un hachazo en el pecho que se le veía un pulmón, al poco rato trajeron el primo hermano con un cuchillo clavado de lado a lado en el pecho y no pasó media hora cuando trajeron a la madre de los gemelos con un infarto cardíaco. A eso se suma que creo que a otro lo llevaron herido al hospital Gautier”, narró.
Agregó que la mañana siguiente en frente de la clínica se produjo un intento de atraco a un joven en un motor por parte de encapuchados que fue frustrado por una Amet, pero cuando la Policía dio con los atacantes resultaron ser hermanos del que iban a asaltar. “Están presos en el destacamento de la 40”, dijo.
No son de Cristo Rey. Jiminián dijo que la gran parte de los casos de violencia que son llevados allí no son de Cristo Rey sino de otros sectores hasta exclusivos como Claret, Piantini y Arroyo Hondo, además de sectores como Capotillo y Simón Bolívar.
Sin embargo dice que eso no es casual, que los delincuentes prefieren ser llevados allí porque entienden que, al ser una clínica, no van a reportar los casos a la Policía, pero ahí se encuentran la sorpresa de que tienen agentes de puesto.