NUEVA YORK. Según las cifras de la policía de esta ciudad, al 30 del pasado mes de enero 94 tiroteos se habían producido en los cinco condados. Eso es más de 71 en este momento hace un año.

Las víctimas de disparos también aumentaron 104 durante los primeros 30 días de 2022 en comparación con solo 79 el año pasado.

Asimismo, en los ultimos días varias personas han resultado muertas a balazos en esta ciudad, después que fueran acribillados los policías dominicanos Jason Rivera y Wilbert Mora.

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Han asesinado tres personas en Brooklyn, dos Manhattan, dos en El Bronx y uno en Queens.

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Asimismo, varios neoyorkinos heridos, tanto a tiros como a puñaladas, entre ellos otro policía baleado por dos hombres cuando trataron de quitarle su vehículo en la calle 62 con Beach Channel Drive, en Far Rockaway, en Queens.

Con este agente van seis los uniformados heridos a balazos en la urbe en lo que va del presente año, dos de ellos mortalmente: Rivera y Mora. En enero pasado hubo 28 crímenes en NYC.

Asimismo, tres agentes fueron agredidos en esta semana. Dos de ellos cuando trataron de detener al hispano Franklyn Núñez, con 15 arrestos, cuando quiso robar en una tienda Marshall en Rego Park-Queens.

También, otro uniformado fuera de servicio y laborando como guardia de seguridad en una farmacia, ubicada en Broadway con la calle 194, en Manhattan, fue atacado a puñalada teniendo que herir a balazos al agresor.

La tarde este jueves se armó tremendo tiroteo y corre-corre en el centro comercial Kings Plaza, en Brooklyn. Dos jovencitos resultaron heridos.

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Los delitos graves en NYC han aumentado un 38 % en este año, en comparación con el 2021.
Violación aumentó un 27%, robo un 33%, agresión grave un 12%, hurto mayor un 57%, robo de automóviles un 93 %, disparos un 32 %, delitos de odio un 79 %, tránsito un 70 %, señala la policía.

Todo esto plantea un desafío para el nuevo alcalde de la ciudad, Eric Adams.

El presidente Joe Biden visitó este jueves la Metrópoli reuniéndose con el alcalde y altos oficiales policiales, anunciando su apoyo al plan de lucha contra la violencia de armas del alcalde Adams; a las fuerzas de seguridad de NY, nuevas medidas para dificultar el acceso a las armas, y garantizar que la policía tenga recursos suficientes para responder.

También actuar contra las «armas fantasmas», pistolas ensambladas de forma casera y que carecen de número de serie que las identifique, cuyo uso ha aumentado un 600 % desde 2016.