Violentas manifestaciones en Ferguson tras veredicto de caso Brown

Violentas manifestaciones en Ferguson tras veredicto de caso Brown

FERGUSON, Estados Unidos. AFP. Manifestantes quemaron edificios, saquearon comercios y dispararon contra policías en la ciudad de Ferguson, en el estado de Misuri (centro de EEUU), tras el anuncio de que el agente blanco que mató a un joven negro desarmado en agosto pasado no será juzgado.  

La decisión, tomada por un jurado popular, encendió los ánimos en ese suburbio de Saint Louis, de mayoría negra y donde 12 edificios fueron incendiados y al menos 150 disparos realizados contra los uniformados sin que hubiera heridos, según la policía, que reportó 29 detenidos.

El presidente Barack Obama y la familia del joven negro Michael Brown habían reclamado que se mantuviese la calma. El mandatario estadounidense dijo que las protestas deben ser pacíficas y que la policía debe actuar con «moderación».

«Estamos profundamente decepcionados con que el asesino de nuestro hijo no deba enfrentar las consecuencias de sus actos», manifestó por su parte la familia Brown en un comunicado, en el que pidió «respetuosamente que las manifestaciones permanezcan pacíficas».

A lo largo y ancho de Estados Unidos se repitieron las manifestaciones. Indignadas, miles de personas salieron a las calles en Nueva York y Washington, en repudio a un fallo que consideran alienta el racismo y hace caso omiso del uso discriminatorio de la fuerza que hacen policías contra miembros de las minorías.

Dos personas fueron detenidas el lunes por la noche en Nueva York por agresión contra las fuerzas de seguridad, uno de ellos por arrojar pintura al jefe de la policía, informaron el martes las autoridades.

Incidentes menores fueron registrados en Boston, Filadelfia, Denver, Seattle, Chicago y Salt Lake City. Mientras en el estado de California algunos grupos trataron de bloquear autopistas.

Pero el epicentro de estas protestas fue Ferguson, un suburbio de Saint Louis de unos 21.000 habitantes, que ha vivido en un clima de casi continua exaltación desde que ocurrió la muerte de Brown el 9 de agosto.

Inmediatamente después de conocerse el veredicto, cientos de manifestantes en Ferguson comenzaron a lanzar objetos contra las fuerzas del orden, gritando «no hay justicia, no hay paz».

Fallo controvertido. El jurado señaló que no había pruebas suficientes para procesar al policía blanco Darren Wilson, de 28 años, quien disparó contra Brown tras un altercado con el joven a quien consideró sospechoso de un robo de cigarrillos ocurrido poco antes.

«El deber de un gran jurado es separar los hechos de la ficción», declaró a la prensa el fiscal de Saint Louis, Robert McCulloch, al anunciar la decisión.

Al término de las audiencias los jurados determinaron «que no había razones suficientes para llevar adelante un proceso». «El hecho de saber que se trató de un acto de uso legítimo de la fuerza o de un caso de legítima defensa, no hace menor esta tragedia», concluyó el fiscal.

Los doce miembros del jurado -nueve blancos y tres negros- llevaron a cabo un trabajo «completo y profundo», escucharon 70 horas de testimonios de unas 60 personas y a tres médicos forenses y examinaron cientos de fotografías.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo que continuará una investigación federal independiente ya abierta concerniente a derechos civiles sobre la muerte de Brown y sobre la actuación de la policía de Ferguson.

Por su lado, uno de los abogados de la familia Brown aseguró que el fallo del jurado era «una acusación contra el sistema». «Este sistema siempre permite que la Policía hiera y mate a nuestros hijos y no pase nada. Tenemos que cambiar esta dinámica», dijo Benjamin Crump a la cadena CNN.

En una rueda de prensa, Crump calificó la decisión de «injusta». «Hemos podido constatar hasta qué punto esta decisión es injusta. Protestamos abierta y fuertemente en nombre de Michael Brown».

Además, criticó cómo Wilson había sido interrogado en su comparecencia en septiembre, diciendo que «un estudiante de derecho de primer año habría hecho un trabajo mejor».

En previsión de más protestas, el gobernador del estado de Misuri, Jay Nixon, había decretado el estado de emergencia, desplegando a la Guardia Nacional y reforzado los efectivos de policía en el área del tribunal.

El veredicto se conoció tras la muerte este fin de semana en Ohio (norte) de un niño afroamericano de 12 años, abatido por la policía cuando esgrimía una pistola de juguete.

El episodio que desencadenó la muerte de Brown ocurrió el 9 de agosto, pocos minutos después de la denuncia del robo a una pequeño comercio. Wilson, que hacía un recorrido habitual en su patrulla, consideró sospechoso a Brown, que caminaba con un amigo por la mitad de la calle, y atravesó su auto para obligarlos a detenerse.

Desde el auto, el policía hizo los primeros dos disparos, y luego bajó para perseguir a Brown, que siguió de largo. El policía hizo entonces otros diez disparos.

Algunos testigos dijeron que Brown levantó los brazos, aunque el jurado escuchó otros testimonios que aseguraban que tenía sus manos pegadas al cuerpo cuando cayó abatido.

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