Existe un viral interés común que no necesita redes: no tener covid-19
Aunque no imposible, es difícil conocer y confirmar la fecha exacta y el auténtico creador del término “viral” en informática. Sin embargo, resulta fácil entender que su uso apareció y se aparejó con el veloz y abrumador desarrollo de las llamadas “redes sociales”.
En los diccionarios el simple término se describe como relativo o perteneciente a los virus, cuya definición no es uniforme porque, debido a su pequeñísimo tamaño, no se clasifican como seres vivos, pero los científicos los estudian en la biología y le atribuyen propiedades de organismos vivientes.
Si colocas un mensaje, foto, video o comentario en cualquiera de las plataformas de comunicación colectiva, tu planteamiento o idea puede hacerse “viral” (según algunos, cuando lo vean y/o reenvíen más de un millón de personas) pero existe consenso mundial en la percepción de que la pandemia ha transformado o trastornado todo en nuestro planeta.
Para muestra, algunos botones: los planes de millones de personas de conocer el mundo a través de viajes por aire, mar y tierra, ya no son prioridad; querer terminar con la injusticia social a través de valientes jornadas políticas solo ha dejado frustración en idealistas al tener un mundo transformado por los confinamientos de la cuarentena; se ha desvanecido la aspiración de muchos por cambiar de mujer a hombre o viceversa, o cambiar blanco por negro o al revés, y finalmente el cierre de hoteles, restaurantes, discotecas, playas y centros de diversión en general, debilitan la voluntad de continuar luchando.
Pero, aunque parezca un exagerado optimismo, existe un viral interés común, que no necesita de las redes para diseminarse y se trata de no tener o contraer el covid-19.
Hay consenso mundial en la percepción de que la pandemia ha trastornado todo en nuestro planeta