Hoy 
GUSTAVO RODRIGUEZ
Port Saint Lucie, La Florida.Osvaldo Virgil quien llegó a las Grandes Ligas el 23 de septiembre de 1956 en el estadio Polo Grounds de Nueva York, sigue en el béisbol con un equipo de la misma ciudad, los Mets de Nueva York.
Virgil tiene una nueva misión en el béisbol, como entrenador de los receptores jóvenes del popular combinado de la Liga Nacional.
El nativo de Montecristi, fue entrevistado en el estadio en los entrenamientos primaverales, trabajando con los jóvenes que aspiran llegar a las Grandes Ligas.
Me siento bien con la oportunidad que me han dado los Mets, para trabajar con los jóvenes, apuntó.
A pesar de los años, Virgil, está al pie de la letra en los entrenamientos, desde las 6:00 de la mañana, en los campos ayudando a los jóvenes con su veteranía en las mayores.
Manifestó que luego que finalicen los campos de entrenamiento viajará a la República Dominicana para trabajar con los jóvenes jugadores que forman parte de los equipos menores de los Mets de Nueva York.
Me gusta mi trabajo, pues toda mi vida he estado ligado al béisbol, dijo.
Virgil fue el primer dominicano en llegar a las Grandes Ligas para abrirle el paso a los jóvenes dominicanos para pisar un estadio de Liga Mayor.
«Todavía hoy puedo recordar cómo la sangre corría aceleradamente por mis venas y la adrenalina casi me ahoga el primer día que jugué en las Grandes Ligas», dijo.
Manifestó que lo colocaron en la tercera base y bateó de 4-0, pero lo sentía como si hubiera bateado de 4-4.
Dijo que fue escogido por Dios para abrir las puertas de sus compatriotas en las Grandes Ligas, tomando en cuenta que cientos de otros mejores que yo no recibieron esa oportunidad.
Osvaldo Virgil jugó en nueve temporadas con Nueva York, Detroit, Kansas City, Baltimore, Pittsburgh y San Francisco, con una aceptada labor.
Las frases
Osvaldo Virgil
Me siento satisfecho por la oportunidad que me ha brindado el equipo de los Mets de Nueva York para trabajar con los jóvenes receptores.
Osvaldo Virgil
Agradezco a Leonel Fernández, por designar con mi nombre el aeropuerto de Montecristi, la ciudad que me vió nacer.
