El informe que el Ministerio de Salud Pública ofrece cada día sigue indicando que los mayores esfuerzos para el combate de la pandemia del coronavirus tienen que desplegarlos  en el Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y provincia Santo Domingo), Santiago, San Francisco de Macorís y La Vega. Estas cuatro provincias y la Capital de la República albergan un poquito más de 5.4 millones de habitantes, algo así como la mitad de la población de todo el país. Veamos estas estadísticas recientes para que reconfirmemos la asimetría que hay en el comportamiento del destructivo virus. De los 1,932 casos acumulados de coronavirus, 1,532 están concentrados en estas jurisdicciones, y de los 128 contagios nuevos informados ayer, 95 corresponden a estos lugares. Salta a la vista, pues, que logrando disminuir la incidencia de la pandemia en estos lugares el país ganaría mucho y lograría reducir bastante los estragos de estas enfermedades. Toca a las autoridades, principalmente a sus técnicos y responsables de la inteligencia de gestión, determinar qué hacer y cómo hacerlo. También es necesario que los especialistas traten de identificar qué hacen los habitantes del Distrito Nacional y de las provincias Santo Domingo, Santiago, Duarte y La Vega que no deben hacer, qué hacen que ayuda a propagar el coronavirus, etcétera. Por supuesto, jamás debe descuidarse el otro extremo, es decir, las provincias donde la incidencia del virus es mínima. Aquí es necesario enfatizar todo lo que se está haciendo y estimular a las familias para que continúen cumpliendo las cinco principales medidas preventivas que se aconsejan a diario para alejar la enfermedad, sin dejar de lado el aislamiento territorial de las jurisdicciones enmarcadas en este listado.

Jamás perdamos la esperanza

El empresario turístico Frank Rainieri, considerado el padre del más importante polo turístico del país, acaba de hablar de manera estimulante y esperanzadora sobre el futuro de la industria turística dominicana. El principal ejecutivo del poderoso Grupo Punta Cana ha dicho las siguientes palabras, tras describir el cierre total del turismo en su zona, en el llamado Este profundo: “Creo que nosotros tenemos capacidad para recuperarnos y que no debemos desesperarnos”.  Rainieri recordó que el turismo dominicano no sucumbió ante la crisis de la tormenta Georges, el atentado a las Torres Gemelas,  la Guerra del Golfo Pérsico ni por la crisis financiera del 2008. Así debemos pensar todos los dominicanos.