La CEPAL es el organismo que mejor y más objetivamente conoce las realidades y variables económicas comerciales de la región.Analiza permanentemente las características de los vínculos de la región con China y le da seguimiento constante. No hay Agencia ni especialista que pueda discutirle en términos de certeza y objetividad en sus análisis. Fui funcionario de la CEPAL y sé cómo trabaja.En su informe, titulado «Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe y China” presenta un análisis sobre lo avanzado en las relaciones entre el continente y China desde que en 2015 se realizara el Foro CELAC – China en el que se fijó el objetivo de alcanzar en 2025 un flujo comercial de 500 mil millones de dólares y un stock de inversión directa – IED – de 250 mil millones. Para 2017, a ocho años aun de la fecha meta, en comercio se llegó a 266 mil millones y en IED a 115 mil millones para un 53% y 46% respectivamente. La tarea pendiente para la región es diversificaresas exportaciones que tienen un alto grado de concentración en cinco rublos básicos que representan el 70% del total de las ventas: porotos de soja, mineral de hierro, mineral de cobre, cobre refinado y petróleo. Si en 1992 el intercambio con China representaba apenas el 1% hoy es el segundo socio comercial – primero para varias naciones-. América Latina es el cuarto socio de China.
Por sut parte, la IED china registra igualmente un alto nivel de concentración en sectores y en países, siendo Argentina, Brasil y Perú receptores del 81% entre 2005 y 2017. Minería e hidrocarburos han absorbidoel 80% de los recursos desembolsados para la región. En los últimos diez años China ha proporcionado al continente 141 mil millones, más de lo entregado por el BID o el Banco Mundial. Solo en 2017 destinó 25 mil millones para América Latina mostrando una importante diversificación hacia nuevos sectores como alimentos, telecomunicaciones y energías renovables. Desde 2013 se han priorizado inversiones en infraestructuras.El tercer elemento de impacto chino en la región es el nivel de préstamos resultando los principales beneficiarios Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina; la mayor parte se dirigió a la producción de hidrocarburos, desarrollar infraestructuras y generar energía.
El estudio “Efectos de China en la cantidad y calidad del empleo en América Latina y el Caribe”, este de la Organización Internacional del Trabajo – OIT -, señala que de 1990 a 2016 las relaciones con China fueron responsables de crear 1,8 millones de empleos en la región, derivado tanto del comercio como de inversiones y proyectos de infraestructura, 4% de todo el empleo que se creó en la región en esa etapa. El mismo estudio advierte que posiblemente el impacto en el empleo haya sido mayor y señala que en algunas ocasiones los chinos han recurrido a sus nacionales para posiciones especializadas altas o medias pero han destinado cuantiosos recursos a entrenar fuerza de trabajo local.