Visión desde Europa La República Dominicana y el CARICOM

Visión desde Europa La República Dominicana y el CARICOM

Aunque la República Dominicana tiene una economía fuerte y en crecimiento, sus empresas están buscando nuevas oportunidades de inversión en el exterior y su gobierno está desempeñando un rol cada vez más importante en el hemisferio y en el resto del mundo, muchos países de habla inglesa y la CARICOM se muestran cautelosos e incluso sospechan de sus intenciones.

Las razones para esto son muchas. La más obvia es la disparidad en tamaño. La República Dominicana tiene una población de alrededor de 9.9 millones de habitantes comparada con unos 6.5 millones en todo el Caribe Inglés. Su economía está creciendo más rápidamente que las del Caribe Inglés, y la CEPAL prevé un aumento del 3.5 por ciento en el 2010 comparado con la media del 1.8 por ciento en la región. Existe el temor de que el inconcluso proceso de integración del Caribe Inglés haga sus economías particularmente vulnerables. Y a otro nivel todavía existe una percepción negativa profundamente arraigada entre las partes causada por estereotipos culturales, diferencias lingüísticas e históricas y aspiraciones disímiles.

Particularmente estas sospechas se han fortalecido en los últimos meses en relación a la implementación del Acuerdo de Asociación Económica (AAE) UE-CARICOM (Economic Partnership Agreement, EPA), con respecto a dos temas pendientes de resolución. Estas sospechas se refieren a: ¿Cómo se coordinará la implementación del AAE de forma que asegure la plena participación de la República Dominicana?; y el fracaso de la mayoría de los Regímenes Aduanales Caribeños de implementar la reducción arancelaria relacionada con las preferencias regionales, a pesar de que el AAE requiere que a todos los países firmantes se le otorgue el trato arancelario de Nación Más Favorecida que se le otorga a la Unión Europea.

Estas preocupaciones se sienten con particular fuerza en Santo Domingo donde el sector público y el privado están abiertos a los acuerdos comerciales y las ventajas que estos ofrecen, y donde se están ejecutando programas para aprovechar las oportunidades del AAE, involucrando al Gobierno, inversionistas y asesores de otras naciones latinoamericanas.

Hasta hace poco, la República Dominicana con su poderosa y relativamente cerrada élite familiar  con pensamientos fuertemente orientados hacia los Estados Unidos, con un legado de pensamientos negativos sobre el Caribe Inglés, en parte derivados de la influencia del difunto Presidente Balaguer; la República Dominicana no había buscado mejorar sus relaciones con sus vecinos del Caribe Inglés; Sin embargo, la elección del Presidente Fernández en el 1996 cambió esto. El reconoció entonces y en la actualidad, la necesidad de que la economía de la República Dominicana se abriera más al mercado mundial con el objetivo de que su economía creciera. Además observó que si se quería buscar oportunidades de negocios fuera de sus fronteras y atraer la inversión extranjera al país, los negocios debían ser más transparentes y confiables.

Como  resultado de esta visión muchas empresas dominicanas cambiaron y se han convertido en activos inversionistas en sociedades de riesgos compartidos en la República Dominicana, en la región y más allá.

Por ejemplo, la empresa cervecera líder de la República Dominicana, el conglomerado E León Jimenes, que tiene el ochenta por ciento de participación en el mercado cervecero dominicano, adquirió a mediados del año 2009 por US$ 30 millones una participación mayoritaria en empresas cerveceras de San Vicente, Antigua y Dominica, así como intereses en Europa como parte de su estrategia regional.

Es importante destacar que después de experimentar algunas dificultades, la empresa está empezando a cruzar la brecha cultural que separa al Caribe inglés del Caribe español. Esto se evidenció en los recientes comentarios realizados a los medios de comunicación por el Dr. Ralph Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente, respecto a la decisión de la compañía de invertir en el establecimiento de una planta de envasado y tratamiento de aguas residuales, con el objetivo de producir la Cerveza Presidente localmente.

“-Cuando los que formulan las políticas y los inversionistas pueden trabajar unidos esto significa que, cuando surge el tema de los incentivos por extensión el gobierno está más dispuesto a considerar este tema de forma favorable, que si los inversionistas simplemente trabajaran por su lado sin querer asociarse.”  ”-Quiero asegurarles que su inversión está segura”.

Lo que esto parece sugerir, es que el camino a seguir para mejorar las relaciones entre la República Dominicana y el Caribe Inglés, puede hacerse en principio a través del desarrollo de negocios más sólidos para afianzar las relaciones comerciales.

Ya que las grandes empresas dominicanas comienzan a mirar hacia el exterior como forma de reducir su exposición al mercado interno y para encontrar nuevas oportunidades de inversión, lo que está faltando a nivel pan-Caribeño es el tipo de diálogo sobre oportunidades de inversión conjunta que se producen frecuentemente y de manera informal entre los altos ejecutivos de las empresas de la región de del Caribe Inglés.

Si se necesitaran pruebas del valor de estos intercambios, estos puede encontrarse en las asociaciones regionales del sector privado que asumen la protección de los intereses del Ron (WIRSPA- Asociación de Productores de Ron de las Indias Occidentales) y Turismo (CHTA- Asociación Caribeña de Hoteles y Turismo) donde los intereses de los empresarios dominicanos se han integrado de forma beneficiosa en la toma de decisiones y en la defensa estructural de estas dos organizaciones hace muchos años.

A principios del mes de (julio), el Dr. Fernández se reunió con el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Las fotografías de ambos y un resumen del discurso de los dos presidentes circuló ampliamente en la prensa. Parecían tranquilos y relajados en compañía uno del otro. Conversaron sobre Haití, Honduras, Cuba, promoviendo a la República Dominicana como centro para la producción de energía limpia, y el desarrollo de un entorno regional más colaborador en las relaciones de lucha contra tráfico de drogas y la seguridad.

Evidentemente esto molestó a algunos en el Caribe Inglés que observaron que no hubo una consulta previa y en privado criticaron ásperamente la naturaleza bilateral del encuentro sin preguntarse por qué es que el Presidente Fernández es recibido en la Casa Blanca o por ejemplo por la Canciller Alemana o el Presidente Francés.

Una relación que necesariamente debe mejorar

Los Gobiernos del CARICOM en su mayoría pueden seguir mirando hacia adentro, pero no hay ninguna razón  para que los líderes de las grandes empresas del sector privado del CARICOM no comiencen a pensar de forma creativa cómo relacionarse con sus homólogos económicamente  dinámicos en República Dominicana.

Si alguna vez la integración económica regional se hace realidad, la relación entre la República Dominicana y el CARICOM tiene que mejorar. En esto el sector privado debe jugar un papel central. Las grandes empresas europeas y de otros países, están invirtiendo en la República Dominicana y sus empresas se están moviendo hacia la región y el resto del mundo. Si el CARICOM no quiere ser dejado atrás tiene que haber más diálogo, mejor cobertura de los medios, relaciones diplomáticas más sólidas y un énfasis en resolver los temas pendientes de manera que creen confianza.

David Jessop es Director del Consejo del Caribe.

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