POR MARIVELL CONTRERAS
Recibí una invitación de Verizon para asistir mañana lunes a la puesta en circulación del libro que ocupará el espacio del VIII Volumen de su Colección Cultural.
Al hacerlo, recordé inmediatamente el volumen VII que editara esta compañía el año pasado y que logró alzarse con el Premio de la Feria del Libro por ser uno de los mejores libros del año y por tratarse de una investigación seria y divertida como lo es la música para nosotros los dominicanos primero y para todos los caribeños finalmente.

Ahora no es el merengue que es nuestra música nacional. Ahora es de otra música que sin ser reconocida originariamente nuestra ha sido tan de nosotros siempre, la hemos querido mucho y bien y la hemos sabido componer, cantar y transformar.

Hablamos del bolero. Y, para hablar del bolero. Para contar sin cantar la pasión dominicana por esa música y esas letras que nos hacen bailar, amar, recordar, y amar solos o en compañía, tres colosos de la intelectualidad dominicana.

Tres que han sabido ser además de reconocidos personajes de la vida pública nacional, que han sabido hacer nombre y opinión sin perder su esencia de empedernidos amantes de la música, la bohemia y el buen vino.

Don Marcio Veloz Maggiolo, Pedritín Delgado Malagón y José del Castillo. Escritores, investigadores y musicólogos los tres.

Ellos elegidos por el escritor, poeta y actual secretario de estado de Cultura José Rafael Lantigua son los autores del libro El Bolero. Visiones y perfiles de una pasión dominicana.

Una edición de gran lujo que es un tesoro no solo en el sentido estricto de las tesis y la investigación que vertieron estos tres especialistas en ver la música más allá de los 4 minutos que dura una canción, porque sienten en su piel las emociones que provoca y la repercusión social y el contexto histórico de esa cadena de instantes y de voces que permanecen en el tiempo.

Sino también porque esta colección acostumbra además a recoger como legado letras de canciones, fotografías de los protagonistas, las artes plásticas alegóricas y las biografías de sus autores como un todo inseparable.

Así, que estaré allí mañana haciendo fiesta con el recuerdo de ese bolero sempiterno que nos dio voces y trabajos de dominicanos que permanecerán para siempre (como Jesús Torres Tejeda, Juan Lockward, Alberto Beltrán, Luis Vasquez) y de otros lares que como Agustín Lara, Rafael Hernández, Pedro Flores y don Pedro Vargas, son marca indeleble en nuestras almas.

DON MARCIO

Si en el país existe una persona que se puede considerar un bolerólogo este es Marcio Veloz Maggiolo (Santo Domingo, 1936). Maggiolo uno de los escritores más importantes que tiene el país ha hecho carrera como literato, como intelectual y como profesional de la investigación relacionando de una manera integral en cada uno de sus trabajos las historias, las tesis y sus publicaciones en los periódicos nacional la música con la vida.

Es más nos atreveríamos a decir que en Marcio Veloz Maggiolo la música es como la vida misma y que si tuviera que elegir entre todas los sonidos y géneros musicales alguno: ese sería el bolero.

Por eso, y por saber con certeza que es uno de los hombres de letras más pulcros a la hora de escribir y un investigador serio y preparado fruto de su formación como antropólogo, es que sabemos que su participación en el VIII Volumen de la Colección Cultural Versión era imprescindible.

El bolero: visiones y perfiles de una pasión dominicana. Es un libro que desde ya auguramos será un acontecimiento entre los melómanos, entre los intelectuales y los dilectantes, los que como yo simplemente aman la música y todo lo que la rodea y todo lo que provoca.

PEDRITIN DELGADO MALAGON

El ingeniero Pedro Delgado Malagón es un docto hombre que ha sido hijo de su tiempo interpretando los fenómenos sociales y culturales del país en cada oportunidad que se le ha requerido tanto para los medios que a través de sus artículos y columnas en periódicos y revistas nacionales.

Pedritín Delgado Malagón –fue secretario de estado de Obras Públicas– viene de una familia de profesionales que comparten sus oficios con su pasión por la música (instrumentistas todos), la lectura y las bellas artes. Su exquisita forma de narrar, de ironizar y de vivir entregan una forma inteligente de expresar su opinión.

El quizás nos diga si ¿es dominicano el bolero?

JOSE DEL CASTILLO

Encontrarse con José del Castillo (Santo Domingo, 1947) en una recepción oficial ligada con la cultura, en cóctel de alta sociedad o en un lugar donde la ciudad es el vino, la música que permita fluir la palabra y la buena conversación, es una buena oportunidad para desentrañar los secretos y vericuetos de la música dominicana.

Es autor de varios libros de ensayos sociológicos de la vida y la cultura bracera y política del país. También junto a Manuel García Arévalo de una historia de nuestro carnaval y de una Antología del Merengue.

De la música, pasión, baile y sociedad a José le gusta hablar y escribir eso lo ha demostrado siempre. Su forma llana, clara y descriptiva más su ojo que sabe mirar y su alma que sabe sentir lo convierte en un emisor de primera necesidad a la hora de hablar de nuestra pasión por el bolero.