Visita a ballenas crea conflicto

Visita a ballenas crea conflicto

POR ODALIS MEJIA
CAYO LEVANTADO, SAMANÁ.-
La observación de las ballenas jorobadas ha concitado enfrentamientos por el manejo de las visitas al Santuario de Mamíferos Marinos, pese a que existe un comité de co-manejo para la temporada.

Según Patricia Lamelas, directora del Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná (CEBSE), la Marina de Guerra no está haciendo su trabajo de vigilancia y control de entrada de embarcaciones al santuario, lo que permite que los denominados piratas lleguen a la zona de exhibición de los mamíferos.

Algunos botes sin autorización de Medio Ambiente, llegan próximos a las ballenas, sin cumplir con la reglamentación para evitar el acoso  a estos animales marinos.

«Tenemos dificultades con la Marina de Guerra que, dentro del memorando de entendimiento para la observación de ballenas se compromete a controlar que las embarcaciones con permisos sean las únicas que salgan al área de observación y no está cumpliendo su rol», denunció Lamelas, tras señalar que el CEBSE ha realizado varios intentos para que la Marina controle la situación.

Además de Medio Ambiente, el CEBSE y la Marina de Guerra, el memorándum de entendimiento lo suscriben la Secretaría de Turismo, Asociación de Dueños de Barco de la Bahía de Samaná y la Policía Ambiental.

Lamelas estima entre 25 a 30 mil visitantes en la temporada que inicia en el mes de enero y concluye a principios de abril. Es el período más importante para el turismo de la península de Samaná.

Dice que esta situación ha ocasionado problemas, ya que muchos tours operadores pagan sus permisos para las visitas, pero con una competencia desleal de esa naturaleza sus inversiones son afectadas.

La situación ocurre a los ojos de todos. El pasado fin de semana el subsecretario de Areas Protegidas de la Secretaría de Medio Ambiente, Daneris Santana,  visitaba el suntuario y tuvo que llamar la atención, ya que algunas embarcaciones  sin autorización y con personas a bordo se aproximaban a las ballenas.

Lamelas denunció que esas embarcaciones ni siquiera cuentan con radio de comunicación ni cumplen con las normas ambientales para la observación.

Pese a que existe un comité de co-manejo y que la temporada de ballenas ocurre una vez al año, tal parece que no hay una planificación previa. Los guías entrenados por Medio Ambiente para acompañar a los turistas aún no habían cobrado ningún salario.

El subsecretario Santana informó que esto se debe al retraso en la aprobación del presupuesto nacional.

Entre las regulaciones para visitar el Santuario de Mamíferos Marinos están que sólo las embarcaciones autorizadas por Medio Ambiente puedan transportar personas a observar las ballenas.

Sólo se permite la presencia de una embarcación de más de 30 pies y dos de más de 23 pies y menos de 30. La distancia entre las embarcaciones y las ballenas debe ser de 80 metros.

Está prohibido cruzar enfrente de una ballena que se encuentra descansando o nadando y/o nadar o bucear cerca de los mamíferos. No se permite una estadía mayor de 30 minutos en el área de observación.

INVESTIGARÁN CONSTRUCCIÓN

En otro punto, Santana informó que ordenarán la investigación de los trabajos de remodelación del antiguo hotel Cayo Levantado que se realiza en la zona sin conocimiento de Medio Ambiente, pese a ser un área protegida.

Anteriormente el hotel Cayo Levantado tenía unas 40 habitaciones. Con la reconstrucción se aumentaría a 200, según algunos trabajadores de la zona. El área donde se levanta la construcción está ubicada a plena orilla de la playa.

Según Santana cualquier instalación física en la zona debe contar con un manejo especial debido a las características naturales de Cayo Levantado. Informó que la Subsecretaría de Gestión Ambiental tampoco ha sido notificada de la construcción.

Esta construcción pertenece al grupo español  Piñeyro que también regentea los hoteles Cayacoa, Gran Bahía, ambos actualmente cerrados por remodelación.

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