La visita sorpresa de este lunes a Kiev del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no trajo consigo un salto cualitativo en el suministro de ayuda militar, pero ha servido para reforzar la moral de los ucranianos tras varias semanas difíciles en las que Rusia ha recuperado la iniciativa en el frente del Este.
“Los signos y la estética son muy importantes en situaciones como ésta”, dice a EFE el experto ucraniano en relaciones internacionales Volodímir Dubovyk, que ve en el viaje de Biden un poderoso mensaje de “solidaridad y apoyo incondicional” en un momento en que Kiev se prepara para una posible ofensiva de Rusia.
Dubovyk, que es director del Centro de Estudios Internacionales de Odesa, destaca el simbolismo de la presencia de Biden en Kiev a solo cuatro días del primer aniversario de la invasión: “han venido otros dirigentes estadounidenses y líderes de muchos otros países, pero que el ‘líder del mundo libre’ visite la capital de un país aliado que está sufriendo una guerra terrible es algo de otra magnitud”.
El experto ucraniano también interpreta la visita del inquilino de la Casa Blanca como una advertencia a Moscú de que “el apoyo estadounidense a Kiev es firme y constante”, que Washington no dejará caer a Ucrania y Rusia “no se impondrá” en esta guerra.
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ANIVERSARIO DEL MAIDÁN
La visita de Biden -que anunció otro paquete de ayuda militar de 500 millones de dólares para Ucrania- se produjo, además, en el día en que los ucranianos recordaban al centenar de manifestantes muertos a manos de las fuerzas del orden del Gobierno prorruso de entonces en las protestas de la Revolución del Maidán (2013-2014).
“Que Biden se presentara en Kiev cuando se conmemoraban nueve años de uno de los episodios más admirables de la resistencia de los ucranianos a ser subyugados hace la visita aún más especial”, señala en una entrevista con EFE la escritora ucraniano-estadounidense Larissa Babij.
Después de meses de protesta ininterrumpida y durísimos enfrentamientos con la policía, que llegó a utilizar a francotiradores contra los manifestantes, quienes salieron a la calle durante el Maidán, forzaron la caída del presidente prorruso Víctor Yanukóvich.
La Rusia de Putin invadió por primera vez Ucrania en represalia por esta Revolución que apartó a Kiev de la órbita de Moscú y consolidó el rumbo prooccidental de Ucrania.
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AGRADECIMIENTO A BIDEN
Babij destacó asimismo la imagen de Biden caminando por los alrededores del palacio presidencial de Mariinsky mientras sonaban las sirenas que anuncian la posibilidad de ataques aéreos rusos.
“Biden merece reconocimiento por haber visitado un lugar en el que solo podía dar una imagen de humildad, incluso de vulnerabilidad”, dice Babij, que ha dedicado buena parte de su trabajo a estudiar cuestiones estéticas y de comunicación.
Para la escritora, la imagen de fragilidad que pudo proyectar el presidente de Estados Unidos, de 80 años, mientras caminaba junto Zelenski por Kiev “no es un signo de la debilidad de Estados Unidos”, sino una reivindicación de la política como apuesta por los valores y principios que a su juicio representa Ucrania en esta guerra.