Rey Carlos III de Reino Unido inició este miércoles su visita de Estado a Francia, donde fue recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron, en el primero de los tres días que pasará en este país. EFE/EPA/Yoan Valat / POOL
Seis meses después, el programa de la visita real de Carlos III sigue siendo prácticamente el mismo: el primer día, una ceremonia ante la tumba del Soldado Desconocido, un paseo por los Campos Elíseos y una cena de Estado en el castillo de Versalles. El segundo día estará dedicado al discurso de la Soberana ante el Senado y a visitas de gran simbolismo: el mercado de las flores de París, al que Isabel II era particularmente aficionada y que ahora lleva su nombre, y la reconstrucción de Notre-Dame.
A ambos lados del Canal de la Mancha, se hizo hincapié en la muy cálida relación forjada por Emmanuel Macron y Carlos III a pesar de las casi tres décadas que separan a ambos hombres. En cualquier caso, el objetivo de la visita del monarca británico -y así lo recalcan tanto el Elíseo como las autoridades británicas- será prolongar los trabajos iniciados el pasado mes de marzo en la cumbre franco-británica. Entonces, Rishi Sunak y Emmanuel Macron lanzaron la «renovación» de las relaciones entre París y Londres, muy deterioradas durante la era Boris Johnson.
Al viajar a París y Burdeos en plena Copa del Mundo de Rugby, Carlos III, junto con la Reina consorte Camilla, pretende prolongar el éxito obtenido el pasado mes de marzo por su Primer Ministro y el Presidente francés. Previsto inicialmente para realizar su primer viaje al extranjero como soberano, ha lamentado no poder hacerlo. Y con razón: como su madre, el Rey es francófilo y le gusta expresarse en la lengua de Molière.
Esta visita estará marcada por las cuestiones climáticas y medioambientales, en línea con las preocupaciones del nuevo monarca británico.
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Momento culminante de la visita real: una cena el miércoles por la noche con la pareja presidencial en Versalles
Música y quesos
En el castillo de Versalles, bajo el oro del Salón de los Espejos, se prepara una cena de Estado excepcional. Junto a la pareja real, Emmanuel y Brigitte Macron, más de 150 invitados se sentarán en torno a una mesa de 63 metros de largo.
Entre los privilegiados invitados habrá miembros de los gobiernos francés y británico y líderes empresariales, así como personalidades de la cultura como la actriz Kristin Scott Thomas y el novelista Ken Follet.
El banquete comenzará tras un interludio musical en torno a las 18.30 horas. Se trata de un guiño a la madre del Rey Carlos, Isabel II, que fue recibida en Versalles en varias ocasiones.
Dos chefs con estrellas Michelin estarán en la cocina. Anne-Sophie Pic para la entrada, con bogavante azul y cangrejo servidos con un velo de menta, y Yannick Alléno, que cocinará el plato principal: ave de Bresse rellena de maíz y un gratinado de hongos.
Tras los quesos, entre ellos un Comité de 30 meses, es el turno del famoso pastelero Pierre Hermé para el postre, con un macaron rosa con sorbete de lichi.