POR NELLY RAMÍREZ
Casi todos lucían vestimentas impecablemente blancas, pues se trataba del coctel de bienvenida a los marines de la Academia Naval de la República de China de Taiwán, que llegaron al Puerto San Diego, a bordo de las embarcaciones Lafayette y Wu-yi.

Las naves taiwaneses vinieron comandadas por el contralmirante Fang Bao Hwa, de la Escuadra de entrenamiento 2005, quien mostró regocijo de compartir con los miembros de la Marina de República Dominicana y su embajador adscrito, John H. Feng.

Sigfrido Pared Pérez, como anfitrión del encuentro social, manifestó gratitud de tener en el país a los oficiales y alistados de la Academia Naval de Taiwán, por considerar que es una manera de renovar las relaciones existentes, las que recordó iniciaron desde el nacimiento de esa República oriental bajo el liderazgo del general Chiang Kai-shek en 1994, tras las directrices del fundador de la patria china, Sun Yat-sen.

«Nuestras relaciones han sido muy fructíferas y fraternas en el aspecto diplomático, y mucho más fuertes en el campo militar, lo que ha sido un permanente ejercicio de camaradería entre ambas armadas. En el campo de seguridad hemos firmado una serie de convenios de colaboración, los cuales se llevan a cabo al pie de la letra para beneficio de la supervivencia de nuestras naciones», precisó.

Luego de su discurso invitó a todos a sentirse como en sus casas y disfrutar de un brindis en las instalaciones del club donde aprovecharon para charlar, recordar experiencias, tomar variedad de tragos y fotografiarse para el recuerdo y para la prensa, en un ambiente amenizado musicalmente por la dulce voz de Flor María Hernández.