CIUDAD DEL VATICANO (ZENIT.org).- Mientras Juan Pablo II se restablece de la operación de traqueotomía en su habitación del décimo piso, el Policlínico Agostino Gemelli se ha convertido en meta de visitantes ilustres o totalmente desconocidos que quieren saber cómo está el Papa y manifestarle su cariño.

Algunos de los visitantes son los colaboradores más cercanos del Papa. Entre ellos, destacaban el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano; el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; y el arzobispo argentino Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado.

Entre las visitas al hospital de este viernes, según ha podido comprobar Zenit, se encontraba el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, acompañado por cinco personas.

«Somos una delegación de la comunidad judía de Roma que hemos venido a pedir noticias directas sobre la salud de Papa en este ulterior momento de prueba», dijo el rabino.

«Le expresamos nuestra solidaridad con el deseo de que pueda salir con buena salud. Hemos recitado un salmo, como acostumbramos a hacer cuando atendemos a una enfermo que sufre», añadió antes de dejar el hospital.

Tras la operación, en la noche del martes, estuvo con los médicos que operaron al Papa el subsecretario de la Presidencia del gobierno italiano, Gianni Letta (mano derecha del primer ministro Silvio Berlusconi).

En la sala de espera se encontraba este viernes sor Rosetta Donato, de la congregación del Monte Calvario, quien viene al hospital Gemelli cada vez que ingresan al Papa porque «en Castel Gandolfo hablé con él en 1985 y le ofrecí mi vida».

Hablando con Zenit explica que en el hospital ella reza por el Papa pues el carisma de su congregación «es el de estar cerca de cada Calvario humano. Y éste es el Calvario del Papa». Afirma que comparte también el sufrimiento de los niños y ancianos en el hospital.

«Para mí el Papa es muy especial, siento el dolor propio de los hijos, y me doy cuenta de que el Papa nos ha enseñado a respetar la dignidad de la persona», añade.

Una joven de Calabria (sur de Italia), Francesca Immacolata Sciaughi, se presentó con un ramo de flores y un mensaje escrito para el Papa de parte de los estudiantes de Derecho de la Universidad «La Sapienza» di Roma.

La universitaria explicó que los licenciados que terminarán la carrera el lunes ofrecen su estudio al Papa, «porque queremos que el Santo Padre siga siendo nuestro guía. Tenemos necesidad de él y nos ha hecho comprender que tenemos que poner nuestro conocimiento al servicio de los demás».

La joven confiesa: «para mí es como mi padre, pues no tengo padre. Es una persona en la que inspiro mi vida, en cada una de las cosas más pequeñas. Tiene que seguir haciendo camino con nosotros».

A partir de la noche de este viernes, por iniciativa el Centro Pastoral de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, los estudiantes de la facultad de Medicina y Cirugía «Agostino Gemelli», con la guía de sus asistentes espirituales, realizarán vigilias de oración pro el Santo Padre en los seis colegios de la sede de Roma de esta centro universitario, en los que residen 500 estudiantes, chicos y chicas.

Este sábado, a las 21.00, el asistente eclesiástico general de la Universidad del Sagrado Corazón, monseñor Gianni Ambrosio, dirigirá la oración por el Papa en la capilla del tercer piso en el Policlínico Gemelli, en la que participarán estudiantes, profesores, personal sanitario, administrativo y técnico.