Visos de desunión entre los peledeístas

Visos de desunión entre los peledeístas

Otra vez, igual que hace tres años, he escuchado a amigos perredeístas manifestar su alegría por el aparente enfrentamiento entre las dos principales corrientes peledeístas, las de Leonel Fernández y Danilo Medina. Siguen creyendo, quizás acertadamente, que ello sólo resultará en desgracias para los dos, pues ambos grupos podrían atacarse mutua o recíprocamente, disminuyéndose ante el electorado.

En 2007, quizás como un antecedente de lo de hace pocos días con la candidatura a alcalde de Santiago, dos de los principales voceros de Medina dijeron que el gobierno, del que formaron parte protagónica, “no ha sabido manejar la economía del país”. Por ello, añadieron, no sería saludable para el PLD ni para el pueblo la reelección del Presidente Fernández, sazonando los “desaciertos” del gobierno.

Algunos días antes, el propio Medina había descalificado a compañeros de partido que permanecen en el gobierno, llamándolos “cometas” mientras alegaba que quienes están con él son “estrellas”. Evidentemente el juicio hirió a muchos, a juzgar por las reacciones, y los ataques y pelas de lengua que voceros, abiertos o encubiertos, del gobierno, desataron sobre Danilo.

Hace tres años, tras ser aplastado por las fuerzas leonelistas, el licenciado Medina estaba en una posición terrible, pues si no trazaba claramente una línea divisoria que lo diferencie del presidente, podría ser percibido sólo como un ambicioso que no ha sabido esperar su tiempo. Pero si al intentar diferenciarse de Leonel, lo hacía – o dejaba hacer a los suyos – con tanta saña o virulencia como podría ocurrir, estaría destruyendo la propia plataforma que le es imprescindible para, en caso mejorar su suerte en 2012, poder ganar las elecciones.

A mi me parece que si los peledeístas aprovechan la efervescencia política para fortalecer su partido y entienden que unos y otros se necesitan para ganar las elecciones del 2010, el ejercicio de colaboración fortalecerá al PLD.

Pero si, por el contrario, los peledeístas siguen reproduciendo las inconductas que ya el país vio en los otros dos partidos mayoritarios, lo que nos espera podría ser mucho peor que una división interna del PLD. Ojalá danilistas y leonelistas evalúen serenamente cuáles serán los métodos para resolver sus diferencias, lo hagan lo antes posible, y vuelvan a concentrar sus esfuerzos en construir el país que han soñado juntos. Destruirse entre sí significará que en vez de ir “p’alante”, en 2012 podrían sorprenderse yendo “pa’fuera”.

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