Vista Bella, en SDN en abandono total de vías principales

Vista Bella, en SDN en abandono total de vías principales

El abandono en el que está el sector Vista Bella, en Santo Domingo Norte, es de tal magnitud, que hasta la entrada principal se torna intransitable incluso para los peatones, ya que lleva más de 15 años a la espera de reparación, a pesar de que en ella está el Distrito Escolar 10-01, una escuela y un centro Progresando con Solidaridad.
La avenida Doble Vía, que comunica a Vista Bella con el barrio Carlos Álvarez, la carretera Villa Mella-Yamasá, Villa Satélite y la Villa Mella-La Victoria, se ha convertido en un lodazal por la que no se puede transitar siquiera a pie, a pesar de que es un desahogo que evitaría los taponamientos en la zona.
Los vehículos que penetran a la vía se llenan de lodo, y en horas de la noche constituye un peligro público transitar porque además está a oscuras.
Juan Francisco Tejada, quien reside en el sector y tiene que cruzar diariamente por la misma, deploró el estado de la Doble Vía y otras de la zona, desde hace más de 15 años.

Recordó que esta fue inaugurada por el entonces presidente Hipólito Mejía, período 2000-2004, aún sin terminar, y que a partir de ahí ninguna autoridad se ha preocupado por su reconstrucción.
“Por aquí no se puede cruzar ni de día ni de noche; mire ese charco de agua, y síndicos van y síndicos vienen y la calle igual”, expresó Wendy González, quien habita en la calle H. Advirtió que por esa zona no se puede cruzar ni de día ni de noche, ya que además de lo intransitable, la delincuencia asecha las 24 horas.
Debido a la situación, decenas de estudiantes de la escuela Ramón Matías Mella pasan las de Caín para llegar al plantel y luego para regresar a sus hogares, por el mal estado de la vía.
En la Doble Vía está ubicado además de la escuela Ramón Matías Mella, el Distrito Escolar 10-01, el Club Vista Bella y el Centro de Capacitación y Promoción Progresando con Solidaridad, que dirige la vicepresidenta Margarita Cedeño.

Los residentes de Vista Bella exigen además la iluminación de las calles y más patrullaje policial, debido a la ola de delincuencia que azota el sector. Las demás calles lucen solitarias y oscuras, lo que preocupa a sus residentes, quienes temen salir y entrar al sector en horas de la noche.
María Núñez señala que casi todos los días ocurren atracos, atribuyéndolo a la soledad y oscuridad, de ahí que temen cuando sus hijos llegan de universidades y otros centros de estudios.

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