Nuestro eterno verano nos permite disfrutar de luz y temperaturas calurosas en casi todas las temporadas. Pero el amanecer más temprano, el brillo de un sol intenso y las vacaciones de los chicos nos dan las señales de que la primavera quedó atrás.
Nos llega el deseo de que entre la luz, es buen momento para revisar las cortinas, cambiarlas por unas ligeras que faciliten el paso de la claridad, esto permite que los espacios se vean más amplios y se luzcan los colores y las texturas.
Una opción fácil para dar un upgrade a la decoración es renovar los textiles. Cojines y alfombras son elementos que pueden ayudarte a dar ese look veraniego que buscas.
Telas frescas como algodones y satines, visillos y lino. Juega mezclando telas y texturas para lograr combinaciones creativas.
Aunque generalmente se asocian los colores fuertes con el verano, esta temporada viene cargada de colores claros. Dan esa ilusión de espacio y aire. Emplea los tonos neutros en sus versiones más tranquilas como base de la decoración y sella tu gusto con algunas salpicaduras de colores vibrantes, como rosados, amarillos o esos que inspiran en el mar. Los colores oscuros tienden a atraer el calor así que por ahora a guardarlos.
Cuando empezamos algo debemos hacerlo en orden por lo que una nueva estación nos invita a renovar. Despojemos nuestros espacios pues la sensación de ligereza te ayudará a que percibas el área más fresca. Deja los ornamentos innecesarios y a organizar, los espacios limpios se sienten aireados y refrescantes y creas áreas fluidas y armoniosas.