Dolor de cabeza, moqueo, congestión nasal, fiebre alta, dolor corporal (rompe huesos), molestias en los ojos o malestar general,  son algunos de los síntomas de la gripe, los cuales suelen ocurrir con mayor frecuencia en personas con deficiencia de vitaminas D. 

Pero, ¡ojo!, no se debe confundir la gripe con el catarro, a juicio del especialista en neumología, Salvador Martínez Selmo, quien afirma que  son dos afecciones distintas, porque en el caso del segundo solo aparece alguna tos o moqueo y se quita fácilmente en unos tres o cuatro días.

Con relación a un estudio publicado en Madrid el pasado mes de marzo, sobre la importancia que tiene la vitamina D para evitar gripes y resfriado, consultamos al neumólogo  Martínez Selmo.  

En el país no se tiene la cultura de tomar vitamina D cuando se tiene gripe o influenza o para evitarla. Sin embargo, la la ingesta de ésta es muy eficaz  para combatir esta afección viral, afirma el doctor Martínez Selmo, quien coincide con los  estudios internacionales.

Precisa el especialista, que el D3, uno de los radicales de la vitamina D, actúa como  mecanismo de defensa en el cuerpo para evitar gripes y catarros.

“Según estudios realizados,  las personas que padecen infecciones recurrentes de vías respiratorias, por lo regular tienen deficiencia  de vitamina D”, afirma.

Y agrega, que las sustancias que contiene esta vitamina se convierten no solo en defensores de procesos virales de  gripes y catarros en el organismo, sino que también sirven para evitar que se desarrollen cánceres pulmonar y  de colon.

En estos estudios, afirma, se ha  demostrado  que  personas fumadoras, pero que tenían altos niveles de vitamina D eran menos propensas a padecer de lo que médicamente se denomina enfermedades pulmonares crónicas.

“La vitamina D hace que la función pulmonar sea muchos mejor  y que los músculos respiratorios tengan mayor capacidad. Ésta potencia la actividad de sustancias que tienen que ver con la defensas innatas    con las que nace el individuo, así como de otras que aumentan la inmunidad adquirida”.

“La vitamina D, que contiene diversas sustancias, cuenta también con la denominada defensina, la cual participa en la defensa del cuerpo.

Esta estimula los  macófagos (glóbulos blancos), cuya función principal de estas células es eliminar todo lo anormal o extraño en el organismo, son los barrenderos del cuerpo”.

En conversación para ¡Vivir! en su consultorio del Centro de Ginecología y Obstetricia, el médico mencionó también una  publicación hecha  en la revista Archives of Internal Medicine, en los  Estados Unidos, el cual revela que en un estudio realizado con 19 mil personas,  las que tenían deficiencia de  vitaminas D tenían mayor posibilidad de padecer de gripe, catarro y cáncer pulmonar.

En la República Dominicana

En el país, sostiene el facultativo, no suele relacionarse la vitamina D con la gripe o catarro, pero esta disminuye la presencia de esta patología, porque actúa como mecanismo para subir la defensa.

“Muy poco se conoce  de la vitamina D en la gripe o catarro, porque casi siempre las personas la asocian  con la vitamina C, pero estas son fundamentales en las afecciones gripales. Recuerden por ejemplo, cuando éramos niños y nuestros padres nos daban aquellas emulsiones que contenían aceite de bacalao”.

Tomar sol proporciona vitaminas D

MADRID.- Una reciente investigación sugiere que “la culpa” de tanto constipado que suele producirse en invierno, puede radicar en las carencias de vitamina D, una sustancia que el cuerpo ´elabora´ gracias a la exposición a los rayos solares.  El  estudio demuestra que existe una asociación entre los niveles de vitamina D y la presencia reciente de lo que se conoce como resfriado común, y así lo  explican los autores del  trabajo  publicado en las páginas de la revista ‘Archives of Internal Medicine’.

Estos investigadores, de la Universidad de Colorado, el Hospital General de Massachusetts y el Hospital Infantil de Boston, evaluaron los datos obtenidos por una investigación anterior, llamada ‘NHANES III’, que había analizado el estado de salud y los hábitos de una muestra representativa de la sociedad estadounidense.

Además de un cuestionario sobre las costumbres alimenticias y un sinnúmero  de pruebas, aproximadamente 19.000 individuos fueron sometidos a un análisis para medir la cantidad de vitamina D presente en el organismo.

La investigación también demostró que en el caso de individuos que sufrían algún tipo de enfermedad respiratoria, como asma o enfisema, esta asociación parecía ser más marcada. “El rol de la vitamina D en este tipo de pacientes podría tener aún más importancia”.