Importante. Fortalece los huesos, la defensa respiratoria y va más allá

La vitamina D, en su forma activa, es considerada una hormona derivada del colesterol, ya que participa en múltiples procesos metabólicos.

Se presenta de dos formas: como colecalciferol o vitamina D3, que es sintetizada en la piel mediante la exposición de esta a los rayos solares ultravioleta y como ergocalciferol o vitamina D2, que se deriva de las plantas o vegetales. Luego en el organismo estas son activadadas o convertida en hormona (1-25 OH dihidroxivitamina D o calcitriol) para ejercer sus funciones.

Era tradición suplementar con vitamina D para fortalecer los huesos o mejorar la defensa respiratoria, pero su acción va más allá del metabolismo del calcio y su efecto en el hueso.

Recientes estudios han revelado el importante papel que desempeña esta vitamina en otros sistemas, ya que se ha evidenciado que está involucrada en la función del páncreas, músculo, actúa como protectora e inmunomoduladora en patologías como la hipertensión arterial, cáncer, osteoartritis, esclerosis múltiple, diabetes mellitus y enfermedades infecciosas. Así mismo, se ha reportado que la vitamina D cumple varias acciones en el sistema inmune, pues está implicada en el aumento de la producción de células de la defensa así como su acción.

A pesar de la síntesis cutánea y de la dieta se estima que más del 50% de la población está en riesgo de padecer hipovitaminosis D. Existen varios factores que influyen en la síntesis cutánea, como lo es la cantidad del metabolito del colesterol disponible para sintetizarla, que tiende a disminuir con la edad, Está reportado que personas mayores de 70 años solo pueden generar aproximadamente el 25 % de lo que produciría un adulto de 20 años.

Otro factor que influye es la cantidad de pigmento que nos da el color de piel (melanina), por lo que se requiere exposición más prolongada a mayor pigmentación de la piel. Otros serian el uso de bloqueadores solares, la hora del día en exposición y latitud de la ciudad.

En los últimos años se ha utilizado la medición de la vitamina D en la población general. Se requiere medir, por estar en riego de déficit a: niños, adolescentes y ancianos, los que tienen baja exposición a la luz solar, los afroamericanos por aumento de melanina en la piel, intolerantes a la lactosa, los que padecen de obesidad, con o sin estar sometidos dietas para perder peso, los que llevan dietas vegetarianas, si se someten a cirugía bariátrica, los que padecen de anorexia nerviosa, el embarazo y lactancia por aumento de los requerimientos, si padece de una enfermedad intestinal que limita la asimilación de nutrientes, si presenta resección de una porción del intestino, enfermedades hepáticas o renales, los que se han sometido a trasplantes de órganos sólidos y el uso crónico de corticoides por cualquier enfermedad de base, algunos medicamentos utilizados para las convulsiones así como algunos antiretrovirales. Por tanto, es de interés identificar si pertenecemos al grupo de riesgo para solicitar medición a su médico.

Zoom

Vitamina D
y covid-19
Por sus acciones inmunomoduladora, antiinflamatoria, antimicrobiana mejorando las barreras intercelulares por estímulo de la inmunidad innata, así como también por modulación de la inmunidad adaptativa, por reducir la producción de citoquinas inflamatorias como IL-2 e interferón gamma (INF), por ser reguladora del sistema renina-angiotensina- aldosterona, favorecedora de la indemnidad del epitelio respiratorio y la homeostasis redox celular, la Vitamina D podría tener efecto protector en la infección por la COVID-19.

Entre los grupos de riesgo para esta enfermedad figuran justamente los pacientes con mayor incidencia para tener hipovitaminosis D: los adultos mayores, obesos, diabéticos, hipertensos y con afecciones cardiovasculares.

La suplementación con Vitamina D, para alcanzar niveles óptimos de 40-60 ng/ml, podría reducir la incidencia, severidad, los niveles de los marcadores inflamatorios y riesgo de muerte en la actual pandemia por COVID-19.

Es de interés medirla durante el proceso infeccioso de la COVID-19, Pero aún se requiere más estudios que determinen la forma ideal de suplementación.