Vitaminas B: Diversas vitaminas pertenecientes al grupo B desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la química cerebral, particularmente en relación con el metabolismo de los neurotransmisores. La tiamina, presente en el pan integral, los pistachos, las legumbres o las nueces, sirve para digerir bien los carbohidratos y su carencia afecta al nivel de serotonina.

 La piridoxina, cuando falta, aparecen síntomas como la irritabilidad o el desánimo. Se encuentra en las nueces, el arroz integral, las lentejas, los plátanos y las patatas.

 El ácido fólico, cuya deficiencia provoca irritabilidad y alteraciones del sueño, está presente en las verduras de hoja verde.

 Vitamina C: Es necesario para la síntesis de la hormona noradrenalina. Hay que tomarla diariamente, pues el cuerpo no la almacena. Se encuentra en frutas como la naranja y el kiwi y en hortalizas como el pimiento rojo.

 Vitamina E: Protege a las neuronas de los radicales libres. Está en el germen de trigo, frutos secos y aceite de oliva.

 Acidos grasos esenciales: Una dieta pobre en estos ácidos, presentes en el pescado azul, dificulta la función de la membrana celular. En el cerebro, las alteraciones de la fluidez de la membrana repercuten en la conducta, en el estado de ánimo y en la función mental.

 Cinc: Su carencia conduce a estados depresivos. Las mejores fuentes son las ostras, las pipas de calabaza y el pescado.

 Magnesio: Está presente en los cereales integrales, las nueces y los aguacates. Su déficit aumenta la tensión física y emocional.

 Hierro: Un nivel bajo de este mineral ocasiona fatiga, falta de concentración, irritabilidad, desinterés y alteraciones del sueño. Se encuentra en el hígado, la carne roja, los frutos secos y el germen de trigo.

Plantas que generan buenas emociones

El cuerpo se relaciona con la mente a través del sistema límbico, que influye en las emociones y controla las hormonas. Las plantas medicinales contienen principios activos y fitohormonas capaces de mejorar el ánimo.

Hipérico: cuando esta planta silvestre se frota, secreta un pigmento químico activo: la hipericina. Es eficaz para tratar depresiones leves y moderadas, mejorando de forma espectacular una serie de síntomas como la falta de actividad, alteraciones del sueño, cansancio y fatiga. La depresión se debe a un desquilibrio en el cerebro de los niveles de ciertos neurotrasmisores, como la serotonina.

Romero: uno de sus principales componentes activos es la rosmaricina que tiene efectos de la depresión cuando se presentan episodios de ansiedad. Se administra en pastillas, infusión, polvo y tintura.

Valeriana: es un magnífico remedio contra la ansiedad y el insomnio. Está valorada como uno de los tranquilizantes naturales más efectivos. Reduce la hiperactividad mental y la excitación nerviosa. Es capaz de aliviar los efectos de la depresión cuando se presentan episodios de ansiedad. Se administra en pastillas, infusión, polvo y tintura.

Tilo: alivia la tensión, las jaquecas, ayuda a calmar la mente y facilita el sueño. La infusión se prepara con una cucharada sopera de tilo por taza de agua.

Otra ayuda:

Avena: no sólo es buena para la piel sino que también se encarga de relajar la mente. Sus semillas, además de vitaminas y oligoelementos, poseen una acción sedante ideal para combatir la depresión y cualquier debilitación mental.

Aromaterapia: aceites que calman

Esta terapia usa los aceites esenciales que se extraen de raíces, flores, hojas y tallos de las plantas. Se aplican en baños, masajes, por inhalación y vaporizaciones.