Vitrales de arco ojival en templo santiagués

Vitrales de arco ojival en templo santiagués

Santiago Ciudad Corazón del Cibao, cuenta entre sus templos católicos uno cuya estructura tiene vitrales y ventanas totalmente distintas a las de las otras iglesias.

Éste es el templo de Nuestra Señora de la Altagracia, situado en la esquina formada por las calles Del Sol y Luperón, donde su fachada tiene uno de los dos vitrales que presenta el templo, el cual es una de sus principales curiosidades. Está en el alto de su entrada colocado en un arco de forma ojival, que en cada borde lateral presenta cinco huecos también de forma ojival, separados arriba por uno redondo.

Su estructura está levantada en un terreno con tres metros de alto en cuyo frente hay una escalinata de ocho peldaños de mármol blancuzco. Allí, en los laterales que están delante, puede apreciar dos verjas caladas, hechas de concreto, que terminan con rejas de hierro, y en el cruce de ellas está la entrada que tiene un arco escarzano cuyo marco lateralmente grueso en el alto se une a otro más ancho que al centro encierra las letras con el nombre del templo.

Su techo está cubierto de tejas y tiene una cruz de concreto.

La otra curiosidad está en las paredes de cada lateral, en las cuales hay tres ventanas dobles e iguales, cada una con un alero. En sus lados tienen contrafuertes y les sigue otro cuerpo que sobresale tres metros hacia delante con otro vitral ojival.

También, cada esquina tiene una elevada torre de cuatro cuerpos de aproximadamente 30 metros de altura, (las más altas existentes en un templo), con muchas ventanas paralelas, unas debajo de las otras. Su primer cuerpo, altísimo, comienza con ellas; más arriba, la pared sigue largamente compacta.

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