Dueña de un aroma inconfundible y tentador, la guayaba es, sin duda, una de las frutas más deliciosas que existen. Y cuando está madura, ¡mucho mejor! Pero  también, verdaderamente ricas son las delicias que se pueden elaborar con ella.

Si licúa su pulpa, el zumo que obtendrá es sabroso; ahora, si prefiere, lo puede mezclar con otra fruta de su elección como el limón, y el sabor que obtendrá será incomparable.

De igual forma, puede utilizar esta fruta para  preparar exóticas ensaladas, deliciosos dulces, así como variopintos rellenos para pasteles, empanadas y bizcochos. Queda en sus manos poner a volar su imaginación a la hora de preparar cualquiera de estas exquisiteces.

La guayaba forma parte de un género que incluye unas cien especies de arbustos tropicales y pequeños. Pertenece a la familia de las Myrtaceae, y es oriunda de  la región caribeña, de Centroamérica y de Sudamérica.

Su  color  va desde el verde pálido hasta el amarillo, su forma es redondeada o de pera y tiene una delgada y delicada corteza. Cuando  está madura, toma  tonalidades rojas o rosadas y su pulpa se mantiene blanca cremosa o de color naranja salmón.

Diversidad de usos
Esta fruta es cultivada en muchos países  y en cada uno se le da un uso diferente. Por ejemplo, en Asia, la guayaba cruda se sumerge en sal y se hierve  para elaborar dulces, jaleas, mermeladas y los jugos. En Colombia preparan un dulce a base de guayaba muy madura y de caña de  azúcar llamado El bocadillo. Ambos ingredientes se cocinan a fuego lento,  moviendo constantemente. Al final  se logra una textura algo amelcochada; la  corta en pequeños pedazos y la   envuelve en hojas, lo que le aporta una presentación muy étnica.

Principales atractivos
Indudablemente que una de las cualidades que más llama la atención de la guayaba es la variedad de formas, colores y sabores que posee, además del intenso aroma que expide cuando está madura.

Debido a  todas sus propiedades nutritivas y aporte de sustancias con acción antioxidante, todas las personas pueden consumir guayabas. Desde niños, jóvenes y  deportistas, hasta embarazadas, madres lactantes y las personas mayores.

¿Por qué es saludable?
La guayaba aporta vitaminas A y C, por lo que es ideal para las personas con un mayor riesgo de sufrir carencias de estas vitaminas.

El contenido de fibra soluble hace que la guayaba tenga propiedades laxantes. También, debido a su bajo contenido en hidratos de carbono, riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, las guayabas resultan muy recomendables para las personas que sufren de diabetes, hipertensión arterial o enfermedades de vasos sanguíneos y el corazón.

Aquellas personas que padecen de insuficiencia renal y que por esto requieran llevar dietas especiales, deben tener presente el alto contenido de potasio que tiene la guayaba.

Las recetas

Jugo de guayaba

5 guayabas de buen tamaño

1 cucharadas de miel de abejas

1 vaso de leche

Canela en polvo al gusto

Preparación
Lave las guayabas y desinféctelas. Córtelas y quite todas las semillas. Licúe la fruta con el vaso de leche y la miel. Luego vacíelo a un vaso y espolvoree un poco de canela molida.

Ensalada de guayaba

2 guayabas

2 mangos

2 lechosas

2 kiwis

3 naranjas

1 limón

1 vasito de licor de arroz u otra bebida espirituosa

Preparación
Lave bien las frutas y seque con un paño. Bata todo y mezcle el jugo  colado,  con el de limón y naranja. Añada un vaso de licor de arroz y deje macerar.

Dulce de guayaba

25 guayabas

1 y 1/2 libra de azúcar o panela

Canela al gusto

Preparación
Lave las guayabas y corte en cuatro partes. Ponga a cocinar con agua, azúcar y  canela. Cuando ya estén bien cocinadas, permita que se enfríen y licue. Luego de cernir esta mezcla, coloque en una olla honda para poner al fuego nuevamente. Cocine este dulce más o menos durante dos horas a fuego lento hasta que espese.

Las claves

1. Para diuréticos
Las personas  que eliminan potasio se beneficiarán al ingerir guayaba, debido a que tiene un alto contenido de este mineral.

2. ¿Cómo elegirlas?
A la hora de adquirir sus guayabas, debe procurar que no tengan golpes y que no estén muy maduras. También deben estar lo más frescas posibles, y si las va a comer solas que estén bien verdes.