Viviendo con el rival

Viviendo con el rival

Fabio R. Herrera-Miniño

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El pasado martes 21 fue celebrado el día mundial del Alzheimer y en el país el mismo fue bien recordado por la cofradía de expertos en enfermedades neurológicas, tratando de llevarle a los familiares dominicanos suficientes conocimientos y ánimos para guiarlos en el cuido de sus parientes afectados de tan desagradable e incurable mal.

La preocupación de los médicos es cuidar al cuidador y establecerle las mejores orientaciones para evitar su colapso y a la vez que sepa tratar al pariente-paciente el cual requiere de mucha entrega y amor, aun cuando pueda contar con una ayuda profesional permanente.

La etapa inicial del Alzheimer es preocupante cuando uno ve al familiar y más si es su esposa que pierde la noción de su entorno y a veces ni reconoce a su pareja, y en seguida, hijos y esposo se unen a una para iniciar después del diagnóstico clínico temprano, el periplo de consultas con profesionales de la neurología para confirmar el veredicto de la enfermedad que por lo general pasa desapercibido el inicio hasta que ciertas nuevas costumbres se tornan repetitivas y frecuentes.

En mi caso, que ya cumplimos 60 años de matrimonio, descubrir la pérdida de memoria de mi esposa fue cuando sus hijos y yo confirmamos que tenía que dejar de manejar. Años antes en la década de los 90 ella iba semanalmente a Bonao a visitar a nuestro hijo y en especial a los nietos. Y luego en el 2014 acompañada, de una hermana, no encontró el lugar de donde quería ir. Desde ese momento se le removió la conducción de su automóvil lo cual lo asimiló sin muchas protestas.

Uno, como cuidador y por mi naturaleza de leer de toda clase de literatura y oyendo lo que dicen los expertos, no podía descuidarme en cuanto al trato que se le debía dar a mi esposa, que en su etapa inicial, era demencia senil para luego evolucionar hacia el alemán que se apoderaba de todas las funciones cerebrales. Y era ahí cuando se iniciaba el tormento del cuidador y de los parientes. Ya se conocen los casos de parientes que abandonaban todas sus actividades para dedicarse al cuido pleno de su pariente enfermo.

Muchas veces, y es frecuente, que el cuidador colapse primero que el enfermo y muere agotado de una enfermedad que no puede sobrellevar su cuido a plenitud.

De ahí la preocupación de los profesionales. Y en especial mi colega intelectual eldoctor Silié Ruiz compañero de la página editorial del HOY. El doctor Silié da a conocer en un lenguaje muy ágil y didáctico los casos de cuido a enfermos mentales en donde está el Alzheimer que agrede al paciente de mala manera.

El cuidador debe tener mucha paciencia y brindarle mucho amor y apoyo al enfermo, que aun cuando aparentemente no se da cuenta, en mi experiencia sé que asimila las muestras de amor y apoyo.

Esos enfermos guardan en lo más íntimo de su cerebro algunas trazas de recuerdos y a veces le brotan repentinas muestras de conocimiento, y si la persona amada no está a su lado, se paran a buscarla y colocarse a su lado de manera no estar separados por mucho tiempo para hacer más llevadera la existencia mas allá del entendimiento humano.

El Alzheimer es un mal que agrede al paciente de mala manera

El cuidador debe tener paciencia y darle mucho amor al enfermo

La preocupación de los médicos es cuidar al cuidador y orientarle

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