La irrupción de internet y las nuevas tecnologías han cambiado el lenguaje de la comunicación. El equilibrio de los poderes y las redes sociales son el espacio de enfrentamiento dialéctico, según expresó en una entrevista con jóvenes cubanos el periodista y semiólogo, Ignacio Ramonet.
Tras admitir que las redes sociales son la expresión de la democratización de la comunicación, también han magnificado hasta el infinito la manipulación de las mentes.
La afirmación de Ramonet coincide con lo que plantea la película-documental “el Dilema de las Redes Sociales”, donde creativos de Silicon Valley muestran preocupación por la penetración en el cerebro de las personas hasta lograr la manipulación total del individuo, creando percepciones falsas cuyo propósito es la utilización de la persona como objeto de venta.
Ramonet respondió preguntas a jóvenes cubanos y comparó el momento que vivimos como un “Darwinismo mediático”, por lo que el poder que no se adapte a la nueva realidad perderá.
Los jóvenes preguntaron si las redes son un espacio que sirve para la democratización o para la manipulación, a lo que el semiólogo respondió que son ambas cosas a la vez.
Agregó que las redes sociales son un medio dominante y precisó que una persona con un costo mínimo como lo sería un teléfono inteligente, en cualquier país, posee la misma potencia de fuego comunicacional que CNN con 35 años ofreciendo solo noticias.
“Se vive una revolución jamás escenificada en el campo de la comunicación”, afirmó Ramonet, y añadió que todo ha repercutido de manera decisiva en lo político y en lo social, además han ampliado el espacio de la libertad de expresión y multiplicado hasta el infinito la capacidad de manipulación de las mentes y de la vigilancia de los ciudadanos.
Las tecnologías aportan solución a un problema, y cada solución crea otro problema, como las intoxicaciones mentales, donde las noticias falsas venden más que las verdaderas y circulan a una velocidad seis veces mayor.
Tanto Ramonet, como la película-documental “el Dilema de las Redes Sociales”, son recursos para pensar seriamente en lo que nos está pasando, hay una evidente manipulación de la mente humana, en lo que se podría llamar la más alta expresión de la cultura del engaño.
Hay dos industrias que llaman a sus clientes y usuarios: la de las drogas ilegales y la del Software, ambas crean adición. Todo está diseñado para acaparar el tiempo de las personas, una moneda valiosa para empresas, políticos, organizaciones y países que quieren vender productos o ideas a una audiencia vulnerable.
“Si no pagas por el producto, el producto eres tú”, así, detrás de la pantalla operan los cerebros artificiales que van cuantificando los gustos, las preferencias y una cadena de imágenes te enredan y vives, lo que diría Ramonet, el mundo “onírico”.
Tristán Harry, un exingeniero de Google, advirtió sobre la herramienta para enganchar y engañar a las personas distraídas y los anunciantes ganen dinero.
La manipulación tiene tal magnitud, que muchas personas ansiosas son presas fáciles de volverse adictas a las redes.
Una preocupación latente en el documental es que la inexistencia de regulación, permite que las noticias falsas generen más dinero que las verdaderas.
Otra advertencia es que, en los buscadores, la información está relacionada con el ecosistema de quien la busca, por esa razón en los motores de búsqueda aparecen definiciones distintas sobre un mismo tema, prueba de ello lo tenemos en la razón de que el 34 por ciento de los Mellenials de Estados Unidos creen que la tierra es plana. Esto último está documentado.