Vivir con miedo es como morir un poco cada día

Vivir con miedo es como morir un poco cada día

Escribir estas líneas ha sido difícil. Pensar en la actualidad dominicana resulta demasiado doloroso. El 2014 ha abierto las puertas a golpe de sangre y dolor, tal vez como si quisiera que los dominicanos despertáramos de una vez por todas y entendamos que es urgente que salgamos de nuestra burbuja: ¡esto se hundirá si no hacemos algo!

La violencia nos circunda de una forma tal que dos extranjeros terminaron asesinados porque no quisieron dejarse atracar, mientras tres mujeres fueron ultimadas por sus parejas o ex parejas. La Policía, por otro lado, ejecutó a tres “reconocidos” delincuentes a los que les sindicó varios asesinatos.

Cual si viviéramos en el viejo oeste, todo lo estamos “resolviendo” (destruyendo) a balazos. ¿Por qué está sucediendo esto?

No sé si es por la falta de dinero, la degradación de la sociedad, las drogas o todas las anteriores. La vida vale cada vez menos y a demasiados les importa muy poco tirar del gatillo con tal de salirse con la suya.

Lo más grave de todo esto es que no son sólo los delincuentes -cada día más jóvenes- que están prestos a matar: lo hacen las parejas, las autoridades y la gente en general. Prueba de ello es la gran cantidad de riñas y muertes absurdas que vemos casi a diario.

Hoy toca sentarnos a pensar de qué forma disminuiremos nuestros niveles de violencia. Urge que se imponga una cultura de paz y de respeto. No podemos permitir que este lugar se torne cada vez más peligroso. Vivir bajo el manto del temor es morir un poco cada día. Eso es lo que nos está sucediendo. Y no es justo. Me resisto a tener miedo.

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