Hay quienes podrían pensar que luego de someterse a una cirugía cardiovascular la vida no puede continuar igual.
Esto no ha sido así para el relacionista público Rafael Reyes Bisonó, quien hace dos años y medio se sometió a una operación de corazón abierto, para destapar dos arterias obstruidas que tenía.
Y aunque dice que su vida sí cambió, fue solo para hacer cosas más positivas.
“Tuve un cambio en el hábito de comer, porque todo me vino por consumir mucha comida chatarra, con mucho aceite y que tanto nos gusta. Eso, a través del tiempo, te va tapando las arterias”, señala.
Reyes Bisonó cuenta que ahora incorporó a su rutina diaria el ejercicio: sale a caminar por unos minutos todos los días y procura llevar su vida normal.
Y aunque puede hacer todo lo que hacía antes de la operación, procura no exponerse mucho. “A mí me gustan los deportes extremos: montar caballos, andar en four wheel, esquiar… hoy en día no los practico para evitarme cualquier situación”, cuenta.
Pero al año de la operación, “me fui a Disney con mis hijos luego de que mi médico me evaluara y me dijera que todo estaba bien. Solo me pidió que no expusiera el pecho (que no levantara los brazos) y me llevara mis medicamentos. Me monté en todos los juegos y disfruté ese viaje como un niño”.
“A mi herida le digo herida de amor. Cada vez que voy a la playa me la froto. Por ella estoy vivo. Es una muestra del amor que Dios tiene conmigo”, indica.
El papel de la familia es fundamental tanto antes de la cirugía como en el proceso postoperatorio. “Como tuve que bajar el ritmo de vida, hubo días que me sentía triste, pero la familia me ayudó mucho. En momentos como estos es cuando descubres quienes son los verdaderos amigos”, asegura.
La opinión del profesional. El doctor Miguel Santiago Guerrero Columna, gerente de Cirugía Cardiovascular y Torax del Hospital General Plaza de la Salud, indica que luego de una cirugía en el corazón, la mayoría de los pacientes pueden volver a incorporarse a sus actividades habituales. “Este es el objetivo de la cirugía”, asegura el médico, quien obtuvo un reconocimiento por haber realizado el primer trasplante de corazón en el país.
Factores de riesgo. El también presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugia Cardiovascular explica que existen tablas de evaluación de riesgo donde se evalúan diferentes variables: edad, sexo, si fuma o no, si es diabético, si sufre de presión arterial, el sedentarismo, peso corporal, si es de emergencia o electiva, la complejidad del procedimiento, la fuerza intrínseca del corazón para bombear la sangre… “Las tablas usadas por nosotros son Puntuación Europa II o Puntuación STS (Sociedad de Cirugía del Tórax)”, señala.
Operaciones frecuentes. Guerrero Columna indica que las intervenciones más frecuentes en cirugía de corazón son la revascularización miocárdica (bypass), que consiste en la colocación de puentes con injertos del mismo paciente para pasar sobre la obstrucción de la arteria coronaria; la reparación o reemplazo de una válvula en el corazón; el reparo de los defectos congénitos y las aneurismas.