vivir el duelo : Duelo y depresión

vivir el duelo : Duelo y depresión

Muchas veces durante el proceso de duelo confundimos la tristeza con depresión; hay una diferencia notable en la manera de vivir un duelo normal y uno complicado con depresión.
En el duelo sano nos identificamos de forma normal con el fallecido; si hay depresión, la identificación es excesiva y con sentimientos ambivalentes.
Los pensamientos del duelo normal se centran en la pérdida y sus implicaciones; en el duelo con depresión el doliente se centra en sí mismo de forma negativa y persistente, hay pérdida de autoestima y concentración deficitaria.
Los sueños e imaginación en el duelo normal son claros y relacionados con la pérdida; en cambio cuando hay depresión, la imaginación es negativa con alteración en la respuesta física.
Los estados de ánimo son cambiantes en el duelo normal, hay respuesta al afecto y contacto físico, se quiere estar y ser escuchado por amigos íntimos y familiares que generan comprensión y empatía, se siente placer aunque sea de forma restringida, no hay pérdida de iniciativa; pero en el duelo con depresión se mantienen fijos en el rechazo, la desesperanza y la tristeza; la persona no avanza ni responde a estímulos externos, se aísla familiar y socialmente, hay pérdida de placer de forma permanente; es generador de rechazo e irritación en los que le rodean, hay pérdida de iniciativa.
A nivel espiritual, en el duelo normal los cuestionamientos al ser superior son pasajeros, hay revalorización de la vida, no son frecuentes las ideas suicidas; pero si el doliente está deprimido la vida no tiene sentido, no hay respuestas, las ideas suicidas son frecuentes, algunas con intento autolítico.
El duelo solo se da por una pérdida, la depresión, por el contrario, puede aparecer con ausencia y en presencia de una pérdida.
La medicación en el duelo solo es eficaz si hay depresión o historia de alguna psicopatología previa, en ese caso, se recomienda un profesional de la salud mental.

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