La frase de “somos lo que comemos” es una tendencia que para muchos es permanente, pero otros solo cuando llega el problema se preocupan por cuidar su piel y comprar todas las cremas “del mundo mundial”, muchas veces sin saber que todo comienza con una correcta alimentación que induce a una piel saludable desde dentro hacia afuera. Los productos estéticos son un complemento vital para una piel saludable; sin embargo, si no se combina este cuidado con una alimentación sana, los productos no pueden ejercer su correcta función debido a que la piel está obstruida, ya sea por consumo de grasa en exceso, deshidratada por no tomar suficiente agua mineral, o simplemente por no realizar auto limpiezas faciales con exfoliantes en casa o limpieza profunda con una experta en cosmetología facial. Cuando comienzas a cuidarte por dentro, la piel responde doblemente por la combinación de sana alimentación que incluya mucha agua, zumos, frutas y vegetales, más adecuados productos para uso diario.

¡Dios, qué calor!
Cada día se enciende más el calor, a esto súmale los cambios que pasamos diariamente de un ambiente con aire acondicionado al calor y viceversa. La hidratación es vital, con lo cual es importante -y más que todo necesario- tener siempre a mano su envase con agua fresca, que puedes saborizar con un toque de limón, jengibre, hierbabuena, chinola y cualquier fruta o yerba favorita.

Rica hidratación de rostro nocturna
Organizando “potecitos” en casa, me encontré con un poco de manteca de cacao de la buena, de San Francisco de Macorís, inmediatamente armé mi crema nocturna por unos días para agotarla. Luego de aplicar mi crema de ojos, aplique la manteca en todo el rostro y cuello, únicamente antes de dormir, esto hidrata a profundidad todo tipo de piel, aclara las manchas y unifica el tono de tu piel.

Siempre hidrata tu rostro
No importa si tu piel es súper grasa y con el calor que tenemos se te ponga brillosa en menos de lo que canta un gallo, la piel grasa se debe hidratar con cremas para este tipo de piel, además de una protección libre de aceite (“oil free”), cuando lavas el rostro mínimo dos veces por día y utilizas los productos adecuados para tu tipo de piel, verás que si sale grasa será únicamente la cantidad que necesita para proteger tu piel.

Mascarilla de pepino
Para una piel radiante y con un brillo natural, el pepino es ideal para una mascarilla expreso antes de cualquier actividad, pues además de refrescar, el pepino es alto en vitamina C, por lo que hace la misma función que un astringente. Prepara medio pepino triturado o licuado y mézclalo con medio yogurt pequeño, preferiblemente frío. Déjala actuar por 15 minutos y luego retira con abundante agua. Verás qué fresca queda tu piel.