Miami. El escritor y presentador de origen cubano Ismael Cala, que esta semana presentó su nuevo libro, “Despertar con Cala”, dijo tener la “piel gruesa” ante el menosprecio hacia los libros de autoayuda y superación e instó a la gente a dejar de vivir en modo automático.
“Vivir sin sueños es un pecado”, señaló en una entrevista con Efe después de haber intervenido en un seminario del foro Hispanicize, que ha reunido esta semana en Miami a personas influyentes de la comunidad hispana de Estados Unidos.
“Despertar con Cala” es “el manifiesto de mi vida y el libro más completo que me he atrevido a escribir”, señaló.
Cala relató que se hizo muchas preguntas en los últimos 15 años de su vida y las respuestas que encontró lo llevaron a reflexionar sobre siete áreas: la mente, el espíritu, la familia, el hogar, la carrera, las finanzas y la salud.
El escritor quiere que cuando la gente lea su nuevo libro se “despierte” de su rutina diaria, tome las riendas de su vida y ponga en acción sus propósitos.
Los consejos prácticos que da el libro son esenciales para vivir con propósito y equilibrio, para que el lector no siga viviendo de un modo automático, agregó.
El autor de “La vida es una piñata” y “El secreto del bambú”, estaba en la cúspide de su carrera como presentador de su propio programa de entrevistas, “Cala”, en la cadena CNN en Español cuando decidió “reinventarse”.
Dejó la cadena tras 16 años de trabajo y tomó un rumbo nuevo, que le ha llenado de abundancia, retos y bendiciones y en el que también cabe un profundo agradecimiento a CNN.
En la conferencia Hispanicize en Miami, Cala habló en un evento que tenía como lema “Power in Unity”, en la unión está la fuerza, un lema importante en los tiempos en los que vive la comunidad hispana en los Estados Unidos, dijo.
Pero Cala advirtió que es importante que la comunidad se unifique pero no desde el “populismo” de un mensaje sino desde la integridad de ese mensaje.
“Estoy en defensa de que nuestra voz no sea una voz de agresión ni de autodefensa, simplemente que sea una voz tan firme y tan fuerte que tenga que ser escuchada y validada”, agregó.
Habló también con Efe sobre la necesidad de un “cambio de consciencia” en muchos países latinoamericanos que acabe con “esa división de clases sociales tan abismal que existe y tan dispareja”, que haga comprender que “seas monetariamente más rico o menos rico, todos pertenecemos al mismo país, todos somos uno”.
También tiene que cambiar según Cala “ese abuso de poder de los gobiernos de darle a la gente un plato de comida a cambio de un voto”.
Cala, quien viaja alrededor del mundo realizando seminarios, encuentros y retiros con propósitos enfocados en el bienestar, liderazgo y autosuperación de las personas, dice que aún ve esperanza en el mundo a pesar de las injusticias sociales.
Recientemente, regreso a su país natal Cuba después de 15 años y vio un país “mejorado, con esperanza de cambios, de apertura, competitividad e innovación con derecho de crear desde el emprendimiento pequeño hasta uno mediano”.
Aunque todavía no cree que vayan a permitir las grandes empresas, sí ve un futuro positivo para el país en lo que se refiere a libertad personal.
“Yo en Cuba sentí que allí es donde pertenezco, que allí es donde más late mi corazón”, subrayó.
Durante su visita a la isla y al recorrer las calles de La Habana sintió que su misión es ayudar a que su país haga un “cambio pacífico y evolutivo, un cambio de consciencia”.
“No estoy hablando de política”, matizó.
“A mí no me importa la política, pero si la consciencia y si lo hago en todas las partes del mundo como no lo voy a hacer en Cuba. Ese es mi gran reto, como puedo ser parte de un proceso de elevación de conciencia y bienestar para el pueblo cubano”, subrayó Cala, quien aseveró que Cuba estará siempre en su alma, corazón y mente.