Vivir y actuar como él

<p>Vivir y actuar como él</p>

FIDELIO DESPRADEL
Falleció Ángel Concepción.. ¿Quién era Ángel Concepción? Médico de profesión. Antitrujillista de siempre. Dirigente y miembro destacado del Movimiento Revolucionario 14 de junio. Oriundo de Tenares, provincia Salcedo. Compañero de Hospital del doctor Tejada Florentino, junto a quien militaba en el movimiento clandestino, que a partir del 10 de enero de 1960 adquiría el nombre de Movimiento Revolucionario 14 de junio, en homenaje a la Raza Inmortal.

“Dile a Fidelio que cuando hable sobre mí, no destaque mi pasado sino lo que pensaba sobre el porvenir”, le habría dicho Ángel a su hijo, cuando identificó que se acercaba la muerte.

En efecto, con sus casi 90 años, Ángel mantuvo la lucidez hasta el último instante de su vida, y en todo momento, su preocupación central era el futuro de la Nación, dañada hasta lo indecible por los grupos de poder que se adueñaron de la misma, desde el golpe de Estado contra el profesor Bosch, en 1963, para sumirla en la desesperanza y en el debilitamiento de las bases sobre la que se sustenta la soberanía, como lo es el desarrollo de su aparato productivo, los valores de una cultura al servicio de los demás y de los valores patrios, y la capacidad de nuestro pueblo de rebelarse contra los traidores de siempre. Dañada por unos pocos, y traicionada o abandonada por un puñado de los que nos acompañaron en aquellos “años de luz”.

Habiendo eludido el encarcelamiento, la represión feroz y la muerte, en enero de 1960, y manteniéndose activo en el movimiento clandestino, que finalmente devino en el gran 14 de junio, liderado por Manolo, Ángel se mantuvo fiel a la promesa que le había hecho al doctor Tejada Florentino, quien le decía días antes de su apresamiento: “si yo muero, no me abandones a mis pacientes” (se refería a los humildes que acudían al hospital público de Tenares). Asimismo, desolada la familia Mirabal con el brutal asesinato de las tres mariposas, Ángel, aún siendo un miembro destacado del movimiento clandestino, no vaciló en brindarle solidaridad a la devastada familia, visitándola constantemente y apadrinando a los hijos de Manolo y Minerva, cuando el grueso de la sociedad no se atrevía ni siquiera a visitar a doña Chea y a Dedé.

De Ángel nos decía Manolo que era un monumento a la honestidad, la verticalidad y la firmeza.

Tanto en los días febriles del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, surgido a la vida pública el 29 de julio de 1961, como después de la desaparición de ésta, la “más significativa organización revolucionaria de la historia republicana del país” (Roberto Cassá), siempre mantuve una cálida y cercana relación con el doctor Ángel Concepción. De él conservo una pequeña pistola, calibre 25, que Manolo le dio en los días de la dura clandestinidad antitrujillista. “Guárdala, hasta que el pueblo pueda construir un Museo a aquella inmortal generación”.

Arriesgar lo más preciado que tenemos, la vida, en la lucha dentro del movimiento clandestino contra Trujillo y acompañar la familia Mirabal en aquellos dantescos momentos posteriores al asesinato de las tres mariposas, dice mucho de Ángel Concepción. Pero lo que habla de este hombre y ciudadano ejemplar, son sus casi cincuenta años de militancia continua en las ideas y en la práctica que habrán de servir de sustento a las presentes generaciones en sus esfuerzos por cambiar de raíz la maldita siembra de esta clase gobernante rapaz, inhumana y antinacional, cambiándole el rumbo que ésta, y las potencias extranjeras le han impuesto a la Patria dominicana.

Ahora, cuando el imperio norteamericano empieza su largo declinar, sembrando sangre y destrucción por todo el globo. Hoy, cuando los pueblos de América y el mundo se rebelan, nueva vez, contra siglos de injusticias. Hoy, cuando tantos Ángel Concepción, esparcidos por toda América y el mundo, dan un paso adelante en esta lucha decisiva de nuestros pueblos. Cuando todavía cunde la desesperanza y la falta de alternativas entre los dominicanos y dominicanas, y cuando muchas y muchos han entregado y mancillado sus viejas banderas, los dominicanos y dominicanas que mantenemos en alto las banderas de aquella “generación de la luz”, sin tregua, sin traiciones y sin dañinas e injustificables entregas, tenemos en todos los Ángel Concepción, un claro ejemplo a seguir.

Hoy más que nunca antes, no puede haber desmayos en una lucha y unos ideales, mil veces gloriosos.

Mientras haya ejemplos como los de Ángel Concepción, no hay forma de que los enemigos de la Patria Dominicana y los enemigos de todos los pueblos del mundo, puedan mantener su dominio. Mientras haya estos ejemplos se redoblará la vigencia del pensamiento y la práctica de Juan Pablo Duarte, Manolo Tavárez y de todas y todos los que como ellos, hicieron de la política “la ciencia más pura y la más digna de ocupar las inteligencias nobles.”

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