La pagina

La pagina
Que no se llame a engaño. A la fecha de hoy, los expertos en tendencias, los anti-fashion y demás especies habrán diseccionado a DominicanaModa 2012, cual batracio en laboratorio. Nota para los peritos en la materia: dejad a los pobres sapos en paz, ¿y entonces, las princesas? ¿Qué las parta un rayo? El caso es que la séptima versión de la Semana de la Moda Dominicana demostró que al talento nacional no lo detiene ni la lluvia.
En el desfile de Jacqueline Then, Privé, la diseñadora tenía su propio viaipí con varias devotas de su firma, todas muy estilosas, y demostró que ella luce sus propios diseños tan bien como las modelos. Letty Rivera dio cátedras de como-asistir-a-un-fashion-week-con-más-glamour-que-Carlota-de-Mónaco y sus atuendos incluían desde el neo barroco de Dolce & Gabbana hasta una de las exquisitas propuestas de Moisés Quesada. En la misma lista, Lía Pellerano con los últimos estampados, desde el vestido de Stella McCartney (ese mismo, el que tiene Gwyneth Paltrow y que Nicole Kidman de antojá, se compró el rojo largo), hasta el suit de Rag and Bone, tan atenta a los desfiles que la foto no nos deja mentir.
Pero los diseñadores también tiraron tela. Como es el caso de Gutiérrez-Marcano, con una colección muy delicada, mezclando azul pálido con animal print, que hubiera hecho lucir finas las hermanitas Kardashian y que al cierre, sonrientes y con camisas y pantalones conjuntados (nada que envidiar a los principitos y las infantitas de la Corona española) recibieron la delirante ovación de pie. Al otro día, en el show de Elie Saab, esa divina ropita que te transforma en una criatura de belleza subyugante a quien no le afectan el calor, ni la humedad, ni los tapones, ni la espeluznante reforma tributaria, nos hizo volver a creer en el amor a primera vista. (El diseñador libanés no pudo estar presente, pero en su lugar vino su esposa Claudine Saab). Aquello era pura poesía.
Algunas asistieron con vestidos largos, muy elaborados, perfectos para una velada en el Palacio de Bukinjan con Pippa Middleton, Kate Middleton y el príncipe Guillermo. La mayoría, estupendas en corto, y otras optaron por modelos largos, muy modernos, como Julina Staffeld, a quien una estilista le dijo, en un tono perfectamente audible hasta en las islas Fiji: ¡Me encanta tu Cavalli, lo utilicé en un editorial de moda!. Los fotógrafos nacionales e internacionales se dieron banquete con la primera fila ¡nada que envidiar a estar sentada al lado de Anna Wintour!
Como es el caso de Ingrid Sabater, quien nunca nos decepciona, y Paula Lama, effortless chic, el epítome de la sofisticación y la clase, quien parecía como si alguna modelo envidiosa la hubiera arrempujado de la pasarela, y hubiera caído sentada de lo más quitá de bulla. Tampoco podemos dejar de mencionar los after party en La Mansión de Brugal 1888, donde por obra y gracia de los mojitos de chinola, todas las tendencias cohabitaban en perfecta armonía.
Rita Quesada, sublime en verde, Josefina Bauer con el perfecto vestidito negro que le hubiera provocado una rabieta a Odri Jerpur, mientras José Jhan perdió la cuenta de la cantidad de suits de su colección Preppy-Enlist. Muy bien puestas, Karla Farach, Carmen Olavarrieta, Lisa Guerrero, Catherine Cabrera, Deborah de los Santos, Carmen Dinorah Vicens y Mariasela Álvarez. Pasándola fenomenal, Sixto Incháustegui, Judy Dorrejo, y Deborah Karter, con un vestido de plumitas digno del performance que protagonizó junto a Jorge Brown. El fashion statement de la noche, recayó sobre Stefano Cavoli, quien elegantemente vestido y con orejitas, tipo Mickey Mouse diseño de Luis Rivas parecía escapado de los libros de Oscar Wilde Humm Humm ¿Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta? ¡La moda no incomoda, más bien!