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Arrastrados en grandes cantidades por las olas espumosas del mar caribeño y las frías aguas de los ríos, llegan a la mano creativa del artesano para convertirse en preciosos collares y pulseras que engalanan la figura femenina. Nos referimos a los caracoles, inofensivos moluscos gasterópodos de concha espiral, miembro de una familia de aproximadamente 50 mil especies que abundan en aguas dulces y saladas.

Grandes y pequeños, decoran sus vestidos en colores champagne y blanco hueso para reinar solos o acompañados de otros congéneres como son las perlas, madreperlas y corales.

El nácar, con su inconfundible brillo unido a la turquesa de un verde azulado, sirve también de soporte en la confección de esas elegantes y sofisticadas prendas semi preciosas.

La sencillez de un vestido blanco o en determinados colores brillantes se fortalece con solo lucirlo con un collar de caracoles con detalles en coral rojo, turquesa y nácar. Pero igualmente luce exquisito un traje de fiestas de medianoche. Las pulseras son parte del complemento. Para exhibirlo con donaire prescinda de los aretes o lleve unos diminutos.

Esta colección forma parte de las piezas que oferta la tienda “Miranda”, ubicada en Plaza Andalucía I.

Lúcelo con elegancia
El color de las lilas se mezcla con el natural de este hermoso collar de caracoles de tamaño grande.

Hermosísimo
Confeccionado con caracol, madreperla, nácar, coral y turquesa.

Trío exuberante
Coral, madreperla y turquesa unidos en un llamativo collar acompañado con su pulsera.

Sobre piel
Collar de caracol, coral, nácar y piel.

Un nido de caracoles
Pulsera en caracoles de diferentes tamaños y nácar.